Año nuevo, misma vida mismamente
Introducción
Año nuevo, vida nueva. Durante semanas, los noticieros populachistas se han encargado de recordarnos, un año más, que con el inicio de una nueva rotación de la Tierra sobre nuestro astro rey, nosotros, pequeños españolitos, debemos hacer un replanteamiento de nuestras mundanas vidas y tender hacia la perfección más absoluta dejando de lado vicios y comportamientos poco Políticamente Correctos. El tabaco mata (y es un comportamiento feuno), el sobrepeso (que ya ni si quiera la obesidad) es pecado, conocer solo un idioma (el nuestro) es de pueblo casi analfaburro y demases aspectos de nuestra cotideanidad de los cuales parece debemos avergonzarnos, sí o sí, sobre todo en estas, tan trascendentales fechas para nuestra mundanología unipersonal.
No puede resultar un llamamiento a la excelencia más irónico y contradictorio, si contemplamos, un día cualquiera, al azar, uno de nuestros medios de desinformación habituales y contemplamos que, mientras se nos solicita/recomienda/obliga a esa transformación forzada de entes inferiores a semidioses de la piel de toro, el País sigue en sus quince con sus mismos defectos y sus mismos quehaceres cotidianos, demagógicos, deshonrosos, tan poco decorosos y chabacanos un año más. A saber:
Política
Madrid, una de las capitales europeas más seguras
Una vez más, el diccionario a tomar por culo (con perdón de la expresión o no). Si bien la seguridad hace referencia a todo aquello “Libre y exento de todo peligro, daño o riesgo”, el último Informe hecho público únicamente realiza una comparativa de capitales en tanto que número de homicidios. Atracos, vejaciones, palizas, violaciones, atropellos, peleas y demás nada tienen que ver con la seguridad ciudadana, en especial cuando pueden emborronar un documento tan preciosista y tan electoral como éste. Y qué conste, los asesinatos de los últimos días en la capital son una anécdota aislada. Faltaría más.
Y mientras tanto, doña Soraya posando a lo Vogue en la portada del Mundo.
Sociedad
El 44% prefiere convivir con personas de su misma cultura y religión
Como bien apostillaba un sabio de la blogosfera, “No soy racista: tengo un amigo negro”. La postmodernización del concepto antañero de “A mi los homosexuales me caen bien [tengo un amigo gay/ mientras se mantengan alejados/ mientras no vayan pavoneándose por la calle / …]." Lo que en conceptos de sociología en zapatillas se ha venido a etiquetar como ciudadanía solidaria de boquilla (en lo que los españolitos somos unos veteranos desde tiempos en blanco y negro). Ojo, que aquí muy mucho tiene que ver también las (cuasi inexistentes) campañas de “integración” de las diferentes gubernaturas (estatales, provinciales y municipales) que más que fusionar multiculturalidades, simplemente acoplan desde los intereses previos.
Aunque claro está, si echamos mano, una vez más, de nuestro querido Diccionario, quizás eso de cultura quede demasiado grandilocuente para una ciudadanía como la nuestra. O no
Religión
Los Padres de Alumnos católicos rememoran la polémica del "Póntelo, pónselo"
La religión es un submundo que, por casi por definición, tiende a un progreso más que lento y tardío (que ya es decir, si lo comparamos con el avance social general), pero seguir negando, a estas alturas de siglo XXI la capacidad hormonal del ser humano durante su adolescencia es tan antidiluviano como imaginar una evolución sin dinosaurios. Esto... ehhh... Pasemos a otro apartado.
Televisión
Bastardos en la pantalla
“Telecinco prepara un nuevo 'reality' basado en pruebas de 'ADN' para determinar la paternidad de los participantes”. Se inicia así otro año de telemierda (a diferenciar de la telebasura, que, a estas alturas del cuento, empieza a ser digna y todo). Y la cosa no sería tan grave si no nos hubieran vendido la moto cromada haciéndonos creer que con la llegada de lo digital la parrilla catódica iba a adaptarse al gusto de cada telelespectador, o si bien, nuestro ente público realizara programación de calidad. Pero, no hay más que mirar la parrilla catódica (ahora extensísima y reiterativa) para ver que nada más lejos de la realidad. A fin de cuentas nos merecemos la televisión que tenemos. Agradecidos quedamos a internet por salvarnos de sus garras. Amén.
Conclusión
A Dios rogando y con el mazo dando. O sea.
Etiquetas: ¿Sociología?, Catodismo, Celtiberia, Cuarto poder, Cuestión de Fe
Hace cuanto la realidad española no es deliciosamente seborreica?
Yo pienso que el encanto español, lo que hace, a pesar de todo, tan "agradable" vivir en este país es precisamente ese tira y afloja con nuestro falso super-yo