A colación de algunos comentarios vertidos en el post anterior, se ha suscitado en mi testa un proceso reflexivo que, quizás ni les vaya ni les venga, pero he creído oportuno colocar en este espacio.

Las glosas hacían referencia a la concepción irónica de Rodolfo Chiquilicuatre y de cómo éste, iba a acabar, sí o sí, siendo fagocitado por los elementos a críticar, perdiéndose así su esencia. Y como ejemplo, el Hombre Lobo hacia referencia al Neng de Castefa, estereotipo jocoso y satírico de un colectivo juvenil, que acabó tornado en una especie de adalid de los tuneros y sus churris, llegando incluso casi a devorar al actor que le daba vida, don Edu Soto.

Pues bien, me veo en la obligación de discrepar porque opino que es, en esa asimilación, mayormente involuntaria, del objeto de la ironía donde se conforma su más absoluta grandeza. Si bien a primera vista pueda pensarse que la finalidad ulterior de todo halla podido quedar diluida, desde el exterior (o la lejanía), al contemplar el fenómeno en su totalidad, desde su concepción hasta su mimetización, comprendemos que no existe mayor grandeza que el hecho que los elementos a satirizar hallan encumbrado a su objeto de escarnio y mofa tornándolo en una especie de ente totémico al que hay que, si no rendir culto, como poco admirar y alabar.

En nuestra querida celtiberia, el caso que mejor recoge y asimila todo esto es el de los Morancos, esa pareja de cómicos que se dedican al humor "sociológico" sobre determinados estereotipos característicos de la andalucía de ahora y siempre y que, irónicamente, son estos mismos objetos de estudio y sátira los que más y mejor los acogen y los veneran, adaptándolos y aceptándolos dentro de su cultura, creando así la cuadratura circular o, como se suele afirmar a pie de calle, el pez que se muerde la cola. Alfa y Omega. Principio y Fin. El ciclo queda así completo y la Ironía traspasa las fronteras de los sublime.

Y si bien es cierto que, en el caso del futuro representante eurovisivo, este factor no es tan claro como ocurría en el caso del Neng (recuerden aquellas hordas aberrantes y berreantes de nengs y juanis aclamando a su líder, al que le presuponían ídolo y líder espiritual del movimiento) si que está consiguiendo crear un universo multiparalelo donde sí, empieza a diluirse parte de la chanza irónica, pero en mor de esa pluscuamperfección de la obra.

Eso sí, nadie nos quita, como bien afirmaban el propio Hombre Lobo, maese Forfy o XTN El Baile de ChikiChiki hasta en la sopa, y, cómo poco, hasta mayo, fecha del evento eurovisivo. Un consejo: cuando se harten del baile de marras, salgan de la pista, cojan una cerveza y siéntense en las gradas a contemplar el espectáculo seudocoreografiado-borreguil desde el Afuera. A parte que podrán conocer más gente como ustedes, les bien aseguro que contemplarán un espectáculo digno de ¿admiración?

Apostilla: para aquellos amantes de la porquería musical, nada mejor que coger el tema de marras, guardarlo en lo más profundo y oscuro de la bodega cutremusical, y dejarlo fermentar durante un buen tiempo, hasta ya nadie recuerde quién fue Rodolfo Chiquilicuatre. Entonces, y sólo entonces, tendrán en sus manos un tema cutredance por excelencia. Ya sólo les quedará pincharlo y convertirse en los amos de la pista. ¡Oh yeah!