Sitges a tres caídas: Tercera caída (I) - Tres caídas, bienvenidos a la lucha libre mexicana
rubricado por Higronauta
Aunque a estas alturas del cuento debo ser el único rezagado que todavía anda comentando su aventura por el festival de Sitges, el compromiso que tengo para mi mismo y para con ustedes evita que pueda saltarme a la torera la obligación (o no) de comentar los dos últimos componentes del último asalto. Así que vamos por el segundo...
Tres caídas, bienvenidos a la lucha libre mexicana
Tras la ingesta y disfrute del combate previo, como ya comenté, la euforia estaba elevada y las ganas de ver el documental habían crecido exponencialmente. No negaré que todo mi conocimiento luchalibrístico se basa(ba) en los añejos recuerdos telecinqueros de la WWF y las películas santeras, así que, aunque tenía una mínima base, no tenía la más remota de lo que me iban a enarrar, y mucho menos, los efectos que iba a causar en mi persona el visionado del documental de marras.
Blue Demon Jr. también estuvo allí
Pasada una semana y media, todavía dudeo si toda la euforia y la hilaridad se debieron, únicamente al documental en su propia mismidad, si, las horas que eran y el cansancio acumulado provocaron lo que científicamente se ha venido a denominar "flojera", o si se trataba, simplemente del clima reinante en la sesión golfa. La cuestión es que, entre una cosa y otra, un servidor (y sus acompañantes, entre otros) acabó con lágrimas en los ojos de lo delirante de algunas situaciones y personajes, totalmente novedosos para él.
Y es que desconocía la existencia (debo excusarme ante maese Frunobuland por no haber repasado sus apuntes), por ejemplo de esos elementos llamados minis, y que no vienen a ser más que una versión en enano del clásico luchador enmascarado. Así mismo no tenía la más remota idea sobre el hecho que algunos de ellos poseyeran mascotas, que no vienen a ser más que enanos (again) disfrazados y que, de tanto en tanto, suben también a luchar. Cuán tierno resultaba uno de los luchadores explicando que en un viaje fuera de D.F. había recordado a los faunos, y que, a su vuelta, decidió tener uno para él mismo, así que acercóse al primer enano que se topó en la calle, le preguntó el clásico "¿Quieres ser mi mascota?" y así convirtióse en el primero de los enmascarados en "poseer" una. Cuán tierno ver sus fotos familiares y deportivas con esa mascota que más se asemejaba a un ewok que a una personita. Cuán tierno, y cuán desternillante...
Alushe, la mascota por antonomasia
Igual de desternillante que conocer que había una categoría donde los luchadores se disfrazaban de "fantasía", y podía contemplarse a señores disfrazados de panda (talmente extraído de Ranma), de Tortuga Ninja, y demás. O contemplar al Matemático, que en un alarde de originalidad, se había cosido números a la máscara, quedándose tan pancho.
Dejando de lado la jocosidad tremebunda, cabe también destacar los hechos más serios. Como la historia de Fray Tormenta, drogadicto convertido a sacerdote, que dedicaba su vida a recoger huérfanos de la calle y, en vista que la iglesia no ofrecíale ayuda económica alguna, decidióse por hacerse luchador (que tierna la foto del enmascarado con Juan Pablo II...) y así conseguir capital para poder mantener a sus chopocientos infantes recogidos.
Adivinen el nom de guerre de este luchador...
Otro dato que resultóme interesante fue conocer qué pasaba cuando un luchador perdía la máscara, o, cuando se jugaba la cabellera. Así como las diferencias entre los diferentes tipos de lucha libre dependiendo del país, o, la minoritaria, pero resultona, lucha libre femenina. Por no mencionar las relaciones amorosas surgidas de este deporte, así como la educación que reciben los infantes de los luchadores para que el secreto familiar permaneza oculto.
Y es que podría llenar párrafos y párrafos con el comentario, pero mejor, visiónenlo. Palabra que no tiene desperdicio. A un servidor, le sobró, si eso, la última caída, donde se entraba en el terreno escabroso de la lucha limite total, donde el deporte se convertía en un espectáculo, para mi gusto dantesco, ya que se usan (reglamentariamente), objetos punzantes, cortantes y dañantes y podía contemplarse a los luchadores sangrando a mansalva tras, por ejemplo, un estacazo con un tubo fluorescente (por lo visto, un arma clásica en este tipo de peleas). Aún así, lo dicho: no se lo pierdan, les interese o no les interese este mundo. Por probar no pierden nada, y, quién sabe, quizás tras las dos horas de documental acaben siendo unos conversos de cuidado. O no.
Última caída: Santo y Blue Demon contra Drácula y el hombre lobo.
Tres caídas, bienvenidos a la lucha libre mexicana
Tras la ingesta y disfrute del combate previo, como ya comenté, la euforia estaba elevada y las ganas de ver el documental habían crecido exponencialmente. No negaré que todo mi conocimiento luchalibrístico se basa(ba) en los añejos recuerdos telecinqueros de la WWF y las películas santeras, así que, aunque tenía una mínima base, no tenía la más remota de lo que me iban a enarrar, y mucho menos, los efectos que iba a causar en mi persona el visionado del documental de marras.
Pasada una semana y media, todavía dudeo si toda la euforia y la hilaridad se debieron, únicamente al documental en su propia mismidad, si, las horas que eran y el cansancio acumulado provocaron lo que científicamente se ha venido a denominar "flojera", o si se trataba, simplemente del clima reinante en la sesión golfa. La cuestión es que, entre una cosa y otra, un servidor (y sus acompañantes, entre otros) acabó con lágrimas en los ojos de lo delirante de algunas situaciones y personajes, totalmente novedosos para él.
Y es que desconocía la existencia (debo excusarme ante maese Frunobuland por no haber repasado sus apuntes), por ejemplo de esos elementos llamados minis, y que no vienen a ser más que una versión en enano del clásico luchador enmascarado. Así mismo no tenía la más remota idea sobre el hecho que algunos de ellos poseyeran mascotas, que no vienen a ser más que enanos (again) disfrazados y que, de tanto en tanto, suben también a luchar. Cuán tierno resultaba uno de los luchadores explicando que en un viaje fuera de D.F. había recordado a los faunos, y que, a su vuelta, decidió tener uno para él mismo, así que acercóse al primer enano que se topó en la calle, le preguntó el clásico "¿Quieres ser mi mascota?" y así convirtióse en el primero de los enmascarados en "poseer" una. Cuán tierno ver sus fotos familiares y deportivas con esa mascota que más se asemejaba a un ewok que a una personita. Cuán tierno, y cuán desternillante...
Dejando de lado la jocosidad tremebunda, cabe también destacar los hechos más serios. Como la historia de Fray Tormenta, drogadicto convertido a sacerdote, que dedicaba su vida a recoger huérfanos de la calle y, en vista que la iglesia no ofrecíale ayuda económica alguna, decidióse por hacerse luchador (que tierna la foto del enmascarado con Juan Pablo II...) y así conseguir capital para poder mantener a sus chopocientos infantes recogidos.
Otro dato que resultóme interesante fue conocer qué pasaba cuando un luchador perdía la máscara, o, cuando se jugaba la cabellera. Así como las diferencias entre los diferentes tipos de lucha libre dependiendo del país, o, la minoritaria, pero resultona, lucha libre femenina. Por no mencionar las relaciones amorosas surgidas de este deporte, así como la educación que reciben los infantes de los luchadores para que el secreto familiar permaneza oculto.
Y es que podría llenar párrafos y párrafos con el comentario, pero mejor, visiónenlo. Palabra que no tiene desperdicio. A un servidor, le sobró, si eso, la última caída, donde se entraba en el terreno escabroso de la lucha limite total, donde el deporte se convertía en un espectáculo, para mi gusto dantesco, ya que se usan (reglamentariamente), objetos punzantes, cortantes y dañantes y podía contemplarse a los luchadores sangrando a mansalva tras, por ejemplo, un estacazo con un tubo fluorescente (por lo visto, un arma clásica en este tipo de peleas). Aún así, lo dicho: no se lo pierdan, les interese o no les interese este mundo. Por probar no pierden nada, y, quién sabe, quizás tras las dos horas de documental acaben siendo unos conversos de cuidado. O no.
Última caída: Santo y Blue Demon contra Drácula y el hombre lobo.
Etiquetas: Cinerama
6 Réplicas:
Solo se me ocurren, por esto, lo anterior y lo que viene, palabras malsonantes de envidia, don Higro. Mejor las omito.
Espero que dicho docu caiga en mis redes. En todo caso y con puro perrerio por investigarlo, ¿en que idoma es?
Espero que dicho docu caiga en mis redes. En todo caso y con puro perrerio por investigarlo, ¿en que idoma es?
Un año voy a tener que dejarme caer por Sitges, que leo todos los relatos y me muero de la envidia
jeje, me encanta, cuanta testosterona hay en este blog ultimamente...
Le entiendo maese kuroi: aún me sorprende el hecho de haber aguantado tan bien hasta las 5 de la mañana, hora en que terminó la cinta santera...
Don bizita: idioma hispánico. Un servidor también espera echarle el guante (again).
txolo, a ver si el año que viene...
Pussy, pues espere la última caída :P
Don bizita: idioma hispánico. Un servidor también espera echarle el guante (again).
txolo, a ver si el año que viene...
Pussy, pues espere la última caída :P
Hola,
No sabía que la Paloma está preparando regularmente peleas Mexicanas en Barcelona.
el próximo el 20 de noviembre hay otra:
http://www.loquo.com/spanish/post/1998312
Pueden ver un video de Cuatrosfera cubriendo un evento anterior:
http://www.cuatro.com/multimedia/video.html?xref=20060317ctoultnot_5.Ves&view=baja
No sabía que la Paloma está preparando regularmente peleas Mexicanas en Barcelona.
el próximo el 20 de noviembre hay otra:
http://www.loquo.com/spanish/post/1998312
Pueden ver un video de Cuatrosfera cubriendo un evento anterior:
http://www.cuatro.com/multimedia/video.html?xref=20060317ctoultnot_5.Ves&view=baja
Me hubiera encantado ver este docu... a ver si lo consigo por algunos otros medios.
Por cierto, yo tampoco había podido acabar aún con mis crónicas. Ha sido agotador!!