El legado ¿del diablo?
rubricado por Higronauta
Una playa. Una comitiva de la Santa Inquisición se dirige hasta el lugar donde se encuentra un monje (Esteban) realizando ejercicios de mandoble (vayan ustedes a saber por qué). Se le acusa de brujería y se le insta a abandonar el lugar, bajo pena de muerte. El monje esputa en la tez del inquisidor y, ni corto ni perezoso se dirige unos metros más allá donde sus fieles le esperan para realizar un sacrificio al demonio. Una joven es despojada de sus vestimentas y su cabeza seccionada a golpe de espada. Vemos volar la cabeza hacia la lejanía, y, con una maravillosa elipsis, ésta es sustituida por un balón de balompié. Bienvenidos al presente.
Con esta primera escena uno espera muy mucho de una cinta como El legado del diablo, producción norteamericanda de principios de los ochenta. Lástima que no cumpla las expectativas previstas...
Y esto, ¿de qué va?
Nos encontramos en plena actualidad en un colegio militar. Los tiempos no son los que eran, y lo que antes era una fastuosa academia elitista, ahora se ve obligada a acoger a huérfanos, por el bien de la nación. O al menos eso se afirma, porque la verdad es que el huerfanito (clásico estereotipo de patoso marginado dentro de estas producciones) será explotado hasta la saciedad, ya no sólo por sus superiores que le castigarán (nunca se sabe el por qué de estos castigos) a limpiar la sacristía, retirar la basura de los cubos, limpiar las porqueras (dónde el porquero le avisa que no hay nada más peligroso en este mundo que una piara de cerdos)... si no también por el clásico grupo de adolescentes cabroncetes que basan casi toda su vida en putear (lo que ahora, en conceptos políticamente correctos se llaman bullying, vamos).
Stanley, cuando lo encuentra entra en estado de iracundez (como Hulk, pero sin el verde) y, en vista que el único elemento para la invocación que le falta es sangre humana, decide degollar al encargado de la iglesia y acabar realizando el acto.
En ese mismo momento el espíritu de Esteban despierta tras siglos de letargo vía computadora y posee al chico, otorgándole la fuerza suficiente para su venganza. A partir de aquí, la cinta se asemeja, y de qué manera a la escena final de Carrie: todo el colegio encerrado en la iglesia sufre la ira de Stanley, acabando unos degollados, otros ingeridos por la piara de cerdos satánica (impagables estos cerdos, oigan). Según nos cuenta la cinta por medio de los aborrecibles textos postfílmicos, el único superviviente será en huerfanito, pero acabará encerrado en una institución psiquiátrica "al haber contemplado la matanza de todos sus compañeros". Pues bueno, pues vale.
Concluyendo
El legado del diablo viene a ser una amalgama entre Carrie, Juegos de Guerra y Brainscan. Podría haber llegado a ser algo, si el guión no se hubiera perdido en los suplicios de mr. Coopersmith (tras la primera decapitación, hemos de esperar una hora de reloj para volver a ver algo de sangre). La premisa era teóricamente buena, pero el hecho de necesitar de un ordenador como medio y fin para la invocación cae, por su propio peso, en el terreno de lo patético (y por ello histriónico y jocoso). No es una película recomendable, pero para un día de esos tontos sin pretensiones, quizás y solo quizás, pueda servir a sus propósitos. O no. La decisión es suya.
4 Réplicas:
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Publicar un comentarioPues a mí el argumento, tal como usted lo ha formulado, me parece exquisito, esa identificación de los cerdos con vehículos del mal y lo del pc poseído, me parece super cool, un intento de traer a la estética ciberpunk el satanismo medievalizante, con toda su parafernalia y las películas de terror adolescente barato. Tiene toda la pinta de ser una delicia trashbastarda...
Esta película me defraudo un poco, si bien tiene momento muy interesantes, tiene cosas que son realmente malas, todo lo del ordenador queda desfasado visto ahora, pero bueno, tiene su aquel y seguramente algún día la vere otra vez. Saludos y enhorabuena por tu blog!
El planteamiento es muy muy bueno, maese anónimo: el problema es que la puesta en escena, por no hablar de la interpretación y los fx son de papérrimos hacia abajo. Aún así, como usted comenta, es una pequeña delicatessen zetosa nada indigesta.
Don Iveldie sí, queda ese regusto amargo al finalizar el videado de "pudo estar mejor". Pero, un servidor, tampoco se aburrió en momento alguno, a qué negarlo.
Gracias por sus felicitaciones y bienvenido.
Don Iveldie sí, queda ese regusto amargo al finalizar el videado de "pudo estar mejor". Pero, un servidor, tampoco se aburrió en momento alguno, a qué negarlo.
Gracias por sus felicitaciones y bienvenido.
Maese higro:
Podria usted ser tan amable apuntarme a donde puedo conseguirme una copia de semejante exquisitez trashera?
saludos :D
Podria usted ser tan amable apuntarme a donde puedo conseguirme una copia de semejante exquisitez trashera?
saludos :D