Tras la indigesta de la comentada Spirits, y tras una opípara cena, aunque el cansancio empezaba a hacer mella, nuestros ánimos andaban exaltados ante la inminente visión de Tres Caídas y Santo y Blue Demon contra Drácula y el Hombre Lobo. Imagínense si encima, se presentan, como es habitual, media hora antes del inicio de la sesión en las puertas del auditorio y se topan con un cuadrilátero allí montado....

La estampa: una y diez de la mañana. Un centenar de personas. Una señorita que, sin motivo aparente, sube al cuadrilatero e interpreta una especie de danza del vientre con antorchas. El público se va caldeando. Acto seguido se presenta al referee (aka árbitro) que, presto, se lanza a la lona y se marca un bailongo salsero de padre y muy señor mío. Y, posteriormente, con el público empezando ya a estar en situación, salen al ring los cuatro contrincantes. A puntualizar que la falta de hábito y de desconocimiento ante los luchadores provocó que en los primeros compases de la lucha, los asistentes estuviéramos algo fríos. Pero a medida que iban sucediéndose las llaves y las caídas, los aplausos, gritos, alabanzas e improperios fueron creciendo exponencialmente hasta límites insospechados. Una experiencia cuasi mística, oigan.

Contemplar, a escasos metros, como moles humanas enmascaradas llevaban a cabo las acrobacias y llaves que un servidor tantas veces había visionado no tiene palabras para describirse. Hasta aquellas personas que no eran afines al deporte/espectáculo en sí, acabaron vilipendiando a los luchadores "rudos" por su falta de deportividad ante los clásicos "técnicos". Con este entremés sopresa, ¿quién podía entrar a ver las cintas programadas sin ánimos, por mucho que fueran ya casi las 2 de la madrugada y lleváramos todo el día en el pueblecito costero?

Por cierto, y como nota informativa: a todos aquellos que no pudieron asistir a tan delicioso evento, el 20 de noviembre, en la sala La Paloma de Barcelona, se celebrará la 3a Gran Función de Lucha Libre Mexicana (con la presentación de El Hijo de la Chingada y Poncho Villa, que afirma el flyer). Si quieren, allí nos vemos, porque un servidor no piensa faltar a la cita... (Para aquellos despistados, no se preocupen: a falta de pocos días para la fecha señalada, realizaré un obligado recordatorio del acto).