Delicias higronáuticas: Sociología de la droga I
rubricado por Higronauta
"Más chutes no"
Los Calis
Bienvenidos a la Academia de la Nada, donde hoy trataremos el bello binomio compuesto por música y drogas. Pero como el tema es harto extenso, nos centraremos hoy en aquellas canciones que, más que hacer apología o mofa de los estupefacientes, reivindicaban y sacaban a la luz pública una realidad cotidiana de la sociedad postfranquista, que, todo el mundo conocía y temía, pero nadie osaba asumirla con la consideración que merecía. Más o menos como pasa ahora, vamos.
Los temas que trataremos hoy aquí se engloban dentro de esa corriente musical que es la rumba-flamenco, y son contemporáneas del subgénero cinematográfico kinki, habiendo algunas de ellas llegado a formar parte de la banda sonora de obras maestras como Perros Callejeros o Yo, el Vaquilla, por citar algunas.
Como dato, informarles que la gran mayoría de grupos y/o cantantes de estas canciones drogosociológicas, pertenecían a la etnia gitana, resaltando así dos hechos importantes: el primero, que la droga, donde realmente causa(ba) mayores estragos en la población, era en los ambientes más marginales y periféricos de la sociedad, y a colación de esto, que los únicos que osaron lanzar el grito al cielo, desmoronando la mentira social y reclamando soluciones a la problemática fueron las propias capas bajas.
Esto ocurría a finales de los setenta y principios de los ochenta. Resulta curioso, como mínimo, comparar el tratamiento que se le daba a los estupefacientes desde el punto de vista social de Los Calis y Los Griffis, por ejemplo, y el que se le daba a esta cuestión en el marasmo "creativo" de la Movida madrileña. Dos caras de una misma moneda, a qué negarlo. Pero vamos a lo que vamos...
- El Queco: Caballo Maldito. "Llevo por mis venas un caballo galopando/Corre por mi sangre, una aguja lo va guiando/Caballo maldito tú me estás matando/Tengo que dejarte/Y cada vez vuelo más alto". Tremendo biopic de un drogodependiente de heroína compuesto e interpretado por el recién resurgido cantante Queco, gracias al tema Tengo, a raíz de, si no voy errado, la última edición de Gran Hermano.
- Los Travilis: Caballo Maldito. No, por mucho que pudiera a parecer una versión del tema anterior, nada más lejos de la realidad. Aquí los Travilis, bajo unas buenas dosis de nivel rumbero, se encaran también con el caballo (aka drogaína) pero esta vez, se colocan como meros espectadores/críticos afirmando "Caballo maldito/Que matas a gente/a pobres y a ricos/Y a gente inocente" y demostrando, que, por mucho que esta droga causara muchísimos más estragos entre los sectores pobres, nadie estaba a salvo de ella, y mucho menos los adinerados.
- Los Choli: Prisionero de la droga. Acompañados de flautas y ciertas reminiscencias dabadaba, aquí el protagonista del tema cuenta también en primera persona su descenso al mundo de la drogadicción, desde su "Yo vivía muy tranquilo/No tenía problemas/Era feliz", y por culpa de las compañías "Todo empezó con los amigos/Que poco a poco me enseñaron" llegó a lo más bajo tal como afirma "Poco a poco me estoy muriendo/La necesito como el agua que bebo". Aún así deja una puerta abierta a la esperanza al añadir "Volveré, sé que un día volveré/Dónde yo era feliz/De nuevo".
No se vayan todavía, aún hay más...
Los Calis
Bienvenidos a la Academia de la Nada, donde hoy trataremos el bello binomio compuesto por música y drogas. Pero como el tema es harto extenso, nos centraremos hoy en aquellas canciones que, más que hacer apología o mofa de los estupefacientes, reivindicaban y sacaban a la luz pública una realidad cotidiana de la sociedad postfranquista, que, todo el mundo conocía y temía, pero nadie osaba asumirla con la consideración que merecía. Más o menos como pasa ahora, vamos.
Los temas que trataremos hoy aquí se engloban dentro de esa corriente musical que es la rumba-flamenco, y son contemporáneas del subgénero cinematográfico kinki, habiendo algunas de ellas llegado a formar parte de la banda sonora de obras maestras como Perros Callejeros o Yo, el Vaquilla, por citar algunas.
Como dato, informarles que la gran mayoría de grupos y/o cantantes de estas canciones drogosociológicas, pertenecían a la etnia gitana, resaltando así dos hechos importantes: el primero, que la droga, donde realmente causa(ba) mayores estragos en la población, era en los ambientes más marginales y periféricos de la sociedad, y a colación de esto, que los únicos que osaron lanzar el grito al cielo, desmoronando la mentira social y reclamando soluciones a la problemática fueron las propias capas bajas.
Esto ocurría a finales de los setenta y principios de los ochenta. Resulta curioso, como mínimo, comparar el tratamiento que se le daba a los estupefacientes desde el punto de vista social de Los Calis y Los Griffis, por ejemplo, y el que se le daba a esta cuestión en el marasmo "creativo" de la Movida madrileña. Dos caras de una misma moneda, a qué negarlo. Pero vamos a lo que vamos...
- El Queco: Caballo Maldito. "Llevo por mis venas un caballo galopando/Corre por mi sangre, una aguja lo va guiando/Caballo maldito tú me estás matando/Tengo que dejarte/Y cada vez vuelo más alto". Tremendo biopic de un drogodependiente de heroína compuesto e interpretado por el recién resurgido cantante Queco, gracias al tema Tengo, a raíz de, si no voy errado, la última edición de Gran Hermano.
- Los Travilis: Caballo Maldito. No, por mucho que pudiera a parecer una versión del tema anterior, nada más lejos de la realidad. Aquí los Travilis, bajo unas buenas dosis de nivel rumbero, se encaran también con el caballo (aka drogaína) pero esta vez, se colocan como meros espectadores/críticos afirmando "Caballo maldito/Que matas a gente/a pobres y a ricos/Y a gente inocente" y demostrando, que, por mucho que esta droga causara muchísimos más estragos entre los sectores pobres, nadie estaba a salvo de ella, y mucho menos los adinerados.
- Los Choli: Prisionero de la droga. Acompañados de flautas y ciertas reminiscencias dabadaba, aquí el protagonista del tema cuenta también en primera persona su descenso al mundo de la drogadicción, desde su "Yo vivía muy tranquilo/No tenía problemas/Era feliz", y por culpa de las compañías "Todo empezó con los amigos/Que poco a poco me enseñaron" llegó a lo más bajo tal como afirma "Poco a poco me estoy muriendo/La necesito como el agua que bebo". Aún así deja una puerta abierta a la esperanza al añadir "Volveré, sé que un día volveré/Dónde yo era feliz/De nuevo".
No se vayan todavía, aún hay más...
Etiquetas: Cutredance
13 Réplicas:
jaja la cantidad adolescentes y no tan adolescentes que llevaban al Queco ese de sinfonia movilera..si supieran...ains
Creiiiii queras amigo mioooooo
que daño mestas haciendo
Caballo maldito
caballo maldito
caballo malditoooooooo
Queco, que grande
que daño mestas haciendo
Caballo maldito
caballo maldito
caballo malditoooooooo
Queco, que grande
kyra la memoria histórica suele ser inexistente cuando los intereses económicos interfieren. Don menor ¿se me ha emocionado usted? :P
1997 tanto como que vuelva el jaco, como que no, pero razón tiene en su análisis con el hecho de que cada droga tiene (o tenía) su grupo/estrato social bien marcado y diferenciado (aunque últimamente, con el bulo ese que ronda de la presupuesta abolición de las clases sociales, los estupefacientes tienen más facilidad para circular entre grupos diferenciados y/o antagónicos). Y no es uno más auténtico que el otro, simplemente refleja un momento histórico en el desarrollo de nuestra querida celtiberia, que, para bien o para mal, siempre viene acompañado de un tipo determinado de sustancia, ya sea heroína, ya sea cocaína, ya sean drogas de diseño, ya sea cannabis...
1997 tanto como que vuelva el jaco, como que no, pero razón tiene en su análisis con el hecho de que cada droga tiene (o tenía) su grupo/estrato social bien marcado y diferenciado (aunque últimamente, con el bulo ese que ronda de la presupuesta abolición de las clases sociales, los estupefacientes tienen más facilidad para circular entre grupos diferenciados y/o antagónicos). Y no es uno más auténtico que el otro, simplemente refleja un momento histórico en el desarrollo de nuestra querida celtiberia, que, para bien o para mal, siempre viene acompañado de un tipo determinado de sustancia, ya sea heroína, ya sea cocaína, ya sean drogas de diseño, ya sea cannabis...
Yo es que ya estoy empezando a convertirme en un viejales nostálgico que cree que la España de los navajeros era mucho más auténtica que ésta de los nazionalpastilleros. Una España que sigue siendo igual de cutre o más en el fondo (no hay más que ver cómo está el mundo laboral) pero con bluetooth.
Me gusta este post ^^ Últimamente me he metido en ese tipo de música y lo cierto es que es muy diferente cómo se trata el tema de las drogas comparado con, por ejemplo, la movida madrileña... la verdad es que es vergonzante, seamos sinceros, que prácticamente ningún tema sea tratado seriamente en la movida xD Pero la diferencia entre pijopunkis y seres humanos siempre ha existido, en fins...
Hombre, primero no todas las drogas son iguales. Y segundo: no hay por qué tratar este tema siempre desde la desesperación calorro-rumbera :D
El Caco de mi barrio era clavaíto al Tronco de la izquierda.
Los Troncos... menudo nombre para tan simpar dúo. Uno hay veces que se pregunta cómo elementos como estos, entre muchos otros, consiguieron en su momento llegar a publicar un vinilo. Presupongo que eso forma parte de la magia del cutredance/música outsider. Y en cuanto a la Mandanga de maese Fary todo un clásico que antes o después acabará formando parte de las Delicias Higronáuticas (y es que el Fary tiene una colección de composiciones trash que dan para varios blogs enteros...).
Transon ante todo, bienvenido. ¿A qué se refiere usted con "este tipo de música"? Y como ya dije en el post, estoy de acuerdo con usted en el hecho de que estos grupos son los que han tratado el tema de las drogadicciones de una manera más cruda y real, quizás porque era algo que tenían demasiado cerca en aquellos entonces.
Transon ante todo, bienvenido. ¿A qué se refiere usted con "este tipo de música"? Y como ya dije en el post, estoy de acuerdo con usted en el hecho de que estos grupos son los que han tratado el tema de las drogadicciones de una manera más cruda y real, quizás porque era algo que tenían demasiado cerca en aquellos entonces.
"Uno hay veces que se pregunta cómo elementos como estos, entre muchos otros, consiguieron en su momento llegar a publicar un vinilo."
Y a participar en pelis, como José Luis Manzano o El Pirri. Claro que... ¿Quién mejor que ellos para representarse a sí mismos? Además eran unos actores cojonudos. Frescos, intuitivos y veraces. Lo hacían rematadamente bien.
Y a participar en pelis, como José Luis Manzano o El Pirri. Claro que... ¿Quién mejor que ellos para representarse a sí mismos? Además eran unos actores cojonudos. Frescos, intuitivos y veraces. Lo hacían rematadamente bien.
Haber, al ignorantde de: "¡QUE VUELVA EL JACO Y SE VAYA LA PASTILLA!". Primero, dejate de jaco tronco, no se quién es más tonto, los gilipollas que se comen las pastillas o los que quieren cambiarlas por jaco. Segundo, la canción esa que era la toná de nosequien, no es de chuiquetete, es de MANZANITA.
ke vuelva el jaco
estamos locos o ke
dejad de decir tonterias
estamos locos o ke
dejad de decir tonterias
¡Que vuelva el jaco y se vaya la pastilla!