"Mi coche es flipante (Renault Nueveeee)/con su spolier gigante (Ranault Nueveeee)/Mi coche es la caña (Renault Nueveee)/el mejó de España (Renault Nueveee)"
Canción del Chaval del R9

Había pensado iniciar el primer post del año con una crítica de las diversas retransmisiones de las campanadas de nochevieja por parte de las diversas cadenas catódicas. Pero visto el nivel de bizarría y horterez que nos ofrecieron, hubiese sido un comentario demasiado simplista y trillado. Nos ahorraremos los (des)cumplidos y hableremos de temas más (sub)culturales.
Sé de buena tinta, que a estas alturas, todavía hay gente que sigue creyendo en el tópico de “año nuevo, vida nueva”. Eso es tener (falsa) moral y lo demás son tonterías. Y más aún cuando descubro que entre las novedades con que nos ofertan (aka invaden) este año entre las miles de colecciones kioskeras, una nueva despunta entre las otras, por su temática, su presentación y su spot televisivo: RadioControl Tunning. Vivir para ver.

Cuando me comentaron la existencia de dicha colección, no pude dejar cuanto menos de sorprenderme. Porque si los señores empresarios/editores de Salvat lanzan al mercado una colección de estas características, es porque tras un estudio de mercado, presuponen de largo que la cosa va a ser éxitosa de por sí. Más o menos sería lo mismo que afirmar que existe actualmente en tierras celtíberas una cantidad tal de garrulos aficionados al tuning que una colección sobre esto va a ser económicamente beneficiosa.
Algunos de ustedes se preguntarán, ¿pero de qué va la colección de marras? Pues nada más y nada menos de montar un auto radiocontrol (sí, ese tipo de colecciones que llevan tanto tiempo en los kioskos como los de idiomas), con la novedad que la carrocería (de aluminio), perteneciente a un BMW M3 GTR (datos para los que entiendan, que no es mi caso) es totalmente policromada, con sus spoliers, sus llantas cromadas, sus luces de neón… El sueño de todo tunero, tanto para los que ya tienen el coche “maqueado” como para los que no tienen capital suficiente y gracias a esta colección, pueden dar un tímido paso hacia el cielo de la postmodernidad.

EL ANUNCIO
Aunque mi poca asiduidad a la caja tonta me había permitido contemplar tal magna obra de arte trash (sólo superada en algunos aspectos por los publirreportajes de Pascual), gracias a los señores de Salvat Editores que gratuitamente han colgado en su web el spot, he podido disfrutarlo tranquilamente delante de la pantalla del pc. Les cuento por encima de qué trata: se cogen a un par de púberes que todavía no han acabado la ESO (clónicos de series al estilo “Al Salir de Clase” o “Ana y los 7”), se les proporciona un vestuario (post)moderno (popipopi que dirían algunos), se les coloca en las cercanías de un circuito de karting soltando improperios con un habla demasiado pija/fina/snob/hortera (elijan ustedes la opción que consideren más adecuada) que para nada representa al grosso de la población tunera (si lo sabré yo) y se ruedan unas cuantas tomas de un modelo a escala todo “maqueadito” con sus llamas y todo. Ya tenemos el producto de marras promocionado, que tampoco es cuestión de hacer un spot de arte y ensayo no vaya a ser que no llegue al público en cuestión.

OTROS DATOS:
Precio de la colección completa (calculadora en mano: 1444,95€, o lo que es lo mismo, unas 240.000 de las antiguas pesetas). Tiempo para completarla: 90 semanas (casi dos años, vamos).

Desde aquí instaría a los editores a que aquellos elementos que completen su … (no sé ni como llamar al resultado final, disculpen), les regalen gratuitamente un pastillero a escala para las sustancias de rigor, así como una Barbie Garrula incrustada en el asiento del acompañante, por eso del realismo que todo fan del modelismo intenta recrear.

Y mientras el tuneo tiene ya por fin colección propia, los incondicionales de Pajares y Esteso seguimos reclamando la colección quincenal de sus grandes clásicos sin respuesta alguna. “Año nuevo, vida ¿qué?". Pues eso.

Apostilla: Gracias a Doneval por la información sobre la comentada colección.