"Según una de las acepciones que el diccionario otorga al término, el mostrenco es «aquel sujero que no tiene casa, ni hogar, ni señor ni amo conocido». Ser un mostrenco, por tanto, se parece bastante a ser un hombre libre"
Jordi Costa

Mientras que allende de nuestras fronteras el gusto por el trash y lo bizarro está más extendido, si realizamos una intronspección veremos que España (y de rebote toda la comunidad hispanoparlante) es zona árida para esta cultura, salvo contadas excepciones. Pues bien, hoy vengo hablarles de la excepción en mayúsculas, o lo que es lo mismo, de Jordi Costa.



Periodista por vocación y mostrenco por autodefinición, Jordi Costa es uno de los profetas que claman en el desierto de la basura. Algunos de ustedes habrán podido leer críticas cinematográficas suyas en las páginas de la revista Fotogramas, o quizás algún que otro artículo en El País de las Tentaciones. Pero no pueden (ni deben) dejar de leer sus dos libros publicados: Mondo Bulldog (Un viaje al universo Basura) y Vida Mostrenca (Contracultura en el infierno postmoderno) . En ellos, Costa realiza un analisis socio-antropológico del universo del mal gusto, aleccionando a la vez que criticando, iluminando a la vez que descendiendo por las cloacas de la cultura. El fenómeno outsider, el "7º arte" (nótese el entrecomillado), la literatura, la televisión, la pintura, la pornografía... son algunos de los temas que el autor despelleja para mostrárnoslos tal como aparecen bajo la atenta mirada del amante del mal gusto. Si bien el primero de los dos libros, Mondo Bulldog, sirve más como manual de iniciación, con su cantidad de elementos y datos a descubrir para el iniciado, Vida Mostrenca es una recopilación de los artículos publicados en Las Tentaciones, dónde se observa una madurez narrativa mucho más desenvolupada, que le permite ir enlazando temas de una manera magistral (algo así como una Aracne a lo bizarro), al mismo tiempo que nos va mostrando nuevos conceptos (y submundos) que asimilar. A eso habría que sumarle las magníficas imágenes del argentino Darío Adanti, con el que Costa realiza trimestralmente un cómic para las páginas de Mondo Brutto (del cuál realizaré una reseña en breve, que ya es hora) y que le dan una nueva dimensión al texto. Y no piensen que se trata de textos simples con intención de mofa y escarnio. Haberlo haylo, pero siempre desde una mirada respetuosa



A partir de ahora cuando les critiquen y les marginen por su amor al mal gusto, siempre podrán decir que lo "leyeron en un libro (o dos)". De igual modo podrán remitirse a estas obras cuando en un momento de ahogo provocado por la cultura de masas (despectiva, marginante y alienante) necesiten una bocanada de aire fresco para reafirmarse en su calidad de mostrencos. ¿Quién da más?

P.D. Gracias Jordi.