viernes, septiembre 28, 2007
2:59 p. m.
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Delicias higronáuticas (balompédicas): Goles son amores
rubricado por Higronauta
Entremos en la Tardis y trasladémonos hasta 1990, y más concretamente hasta el glorioso Telecinco de Valerio Lazarov. Lunes, 23:30. Programa: Goles son amores. Presentadores: Manolo Escobar (!!), Loreto Valverde (!!!!) y Inma Burton (no confundir con la Spice Girl Emma Burton, todo sea dicho).
Un programa cacharrero y deleitante sobre el mundo del balompié donde se repasaba (supuestamente) la jornada liguera del fin de semana "con gracia, con alegría, con amor y Con Cacao [Maravillao]". Vamos, lo que hacen todos los canales a día de hoy, pero con el sello Lazarov. O sea: pedorrismo, horterez, (presupuestos) cómicos, muslo y pechuga y música. Bonita coctelera celtibérica, a qué negarlo. Y es que lo que menos se hacían eran los (aburridos y consabidos) análisis futbolísticos, en detrimento de, cómo no, el Espectáculo. Así en mayúsculas. Encontrar en el programa a futbolistas, expertos, árbitros y demás era una auténtica quimera. Y total, ¿para qué, teniendo en cuenta el fascinante plantel presentador? Tres elementos de todos sabidos expertos muy mucho en la materia balompédica, y con unas tablas que ya quisiera Michael Robinson. Y como no hay programa sin cabecera, y más en aquellos tiempos, el tema principal hacía las delicias de grandes y pequeños, que, a buen seguro, entonaban al alirón en los salones de sus moradas aquello de "Y es que gooooles son amoooorees, un programa de televisioooooón". Bella estampa ilustrativa de nuestra querida sociedad folklórico-carpetovetónica, a qué negarlo.
Con ustedes, Manolo Escobar y su, ya clásico, Goles son Amores. Va por ustedes.
Un programa cacharrero y deleitante sobre el mundo del balompié donde se repasaba (supuestamente) la jornada liguera del fin de semana "con gracia, con alegría, con amor y Con Cacao [Maravillao]". Vamos, lo que hacen todos los canales a día de hoy, pero con el sello Lazarov. O sea: pedorrismo, horterez, (presupuestos) cómicos, muslo y pechuga y música. Bonita coctelera celtibérica, a qué negarlo. Y es que lo que menos se hacían eran los (aburridos y consabidos) análisis futbolísticos, en detrimento de, cómo no, el Espectáculo. Así en mayúsculas. Encontrar en el programa a futbolistas, expertos, árbitros y demás era una auténtica quimera. Y total, ¿para qué, teniendo en cuenta el fascinante plantel presentador? Tres elementos de todos sabidos expertos muy mucho en la materia balompédica, y con unas tablas que ya quisiera Michael Robinson. Y como no hay programa sin cabecera, y más en aquellos tiempos, el tema principal hacía las delicias de grandes y pequeños, que, a buen seguro, entonaban al alirón en los salones de sus moradas aquello de "Y es que gooooles son amoooorees, un programa de televisioooooón". Bella estampa ilustrativa de nuestra querida sociedad folklórico-carpetovetónica, a qué negarlo.
Con ustedes, Manolo Escobar y su, ya clásico, Goles son Amores. Va por ustedes.
Etiquetas: Cutredance
9 Réplicas:
At 28/9/07 18:20 
Aura afirmó:
At 28/9/07 21:29 ramonkarlos afirmó:
Qué pollazo tenía Inma. Y aquella Telecinco en general.
At 28/9/07 21:32 ramonkarlos afirmó:
Joder, qué bueno el sello de Roberto Alcázar y Pedrín.
At 30/9/07 20:47 Marta afirmó:
Que época más vergonzosa!!! esa época oscura de la cultura televisiva española debería olvidarse por los siglos de los siglos...!
At 1/10/07 09:52 Higronauta afirmó:
Quizás, y sólo quizás, folklore y sexo, Aura. Pero ya es pedir por rizar el rizo, sobra decir.
Un dudeo, maese 1977: ¿Chicas Chin-chin, Tutti Frutti girls o Cacao Maravillao?
Por cierto, por si le interesa, el sello lo saqué de aquí, donde puede encontrar también del Guerrero del Antifaz, el Jabato, el Coyote, o el Reporter Tribulete entre otros.
He de discrepar, yedra, puesto que me parece la época más sincera y más adecuada para el público celtibérico que se halla hecho (y me temo que se vaya a hacer) jamás. Picante, sí. De mal gusto, también. Pero cañí, muy cañí y sin caer en las atrocidades mórbidas y petrificantes a las que nos está acostumbrando el cuarto poder.
Un dudeo, maese 1977: ¿Chicas Chin-chin, Tutti Frutti girls o Cacao Maravillao?
Por cierto, por si le interesa, el sello lo saqué de aquí, donde puede encontrar también del Guerrero del Antifaz, el Jabato, el Coyote, o el Reporter Tribulete entre otros.
He de discrepar, yedra, puesto que me parece la época más sincera y más adecuada para el público celtibérico que se halla hecho (y me temo que se vaya a hacer) jamás. Picante, sí. De mal gusto, también. Pero cañí, muy cañí y sin caer en las atrocidades mórbidas y petrificantes a las que nos está acostumbrando el cuarto poder.
At 1/10/07 12:06 Estrellita Mutante afirmó:
Me gustaba especialmente este programa porque unía lo más grande de mis dos patrias: el savoir fair de la televisión italiana y uno de los mejores rumberos de España. Una excelencia solo alcanzada por el programa 'Y tal y tal'.
At 1/10/07 21:27 el loco oficial afirmó:
más que del pollazo de la inma recuerdo la risa de la loreto...qué decibelios tronco!
At 1/10/07 23:39 Higronauta afirmó:
Traslado ese amor que usted sentía por los citados programas, querida estrellita a toda la época Lazarov, de cabo a rabo. Y es que, por mucho que lo intento, me resulta imposible hacer una selección personal de programas de aquella época. Me los quedo todos, vamos.
Don loco Loreto Valverde fue un atisbo de lo que nos esperaba en el futuro catódico que hoy vivimos. Lazarov tenía ojo hasta para eso.
Don loco Loreto Valverde fue un atisbo de lo que nos esperaba en el futuro catódico que hoy vivimos. Lazarov tenía ojo hasta para eso.
At 8/1/09 19:27 Laura Hamilton afirmó:
Yo sali en ese programa como la chica que representaba Cadiz. Que rollo. Yo no pude creer lo que pasaba, era tan ridiculo. Y Manolo Escobar es un verdadero enano. Llevaba tacones muy altos, pero Loreto era todavia gigante a su lado. La epoca mas ridiculo de mi vida, pero vamos....yo llevaba 23 anos y como gane un poco de dinero haciendolo como estudiante americana...no era mal.
Telecinco marcará el mejor..."
Jajajaja. Folclore y deporte, ¿hay una combinación mejor?