Delicias higronáuticas vol. 13: El jardín prohibido
rubricado por Higronauta
El jardín prohibido - Sandro Giacobbe
Esta tarde vengo triste y tengo que decirte
que tu mejor amiga ha estado entre mis brazos.
Sus ojos me llamaban pidiendo mis caricias,
su cuerpo me rogaba que le diera vida.
Comí del fruto prohíbido
dejando el vestido colgando
de nuestra inconsciencia.
Mi cuerpo fue suyo durante un minuto,
mi mente lloraba tu ausencia.
No lo volveré a hacer más, no lo volvere a hacer más.
Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos
decían cansados que eras tú eres tú,
que siempre serás tú.
Lo siento mucho, la vida es asi.
No la he inventado yo.
Si el placer me ha mirado a los ojos
y cogido por mano yo me he dejado llevar por mi cuerpo,
y me he comportado como un ser humano.
Lo siento mucho, la vida es asi,
no la he inventado yo.
Sus besos no me permitieron repetir tu nombre,
y el suyo sí,
por eso cuando la abrazaba me acordé de tí.
Comí del fruto prohíbido...
De siempre me ha parecido uno de los mejores temas creados dentro del panorama cutredance por antonomasia. Y es que el valor que le hecha el protagonista de esta deliciosa composición, confesando su infidelidad, es harto elevado. Obviamente, no por la confesión en sí, tratada cienes y cienes de veces dentro de la cultura musical, si no por su forma de realizarlo.
Porque, para empezar, este caballerete, no se lía con una cualquiera. Nada más lejos de la realidad. Puestos a cornamentear, qué mejor que hacerlo con la mejor amiga de su pareja. Dónde duele, vamos. Y es solo el principio...
Porque si se fijan, durante la confesión, de una maestría y un patricismo incalculable, el adúltero nunca, jamás de los jamases, asume culpa alguna. "La vida es así, no la he invetado yo", "... me he dejado llevar por mi cuerpo y me he comportado como un ser humano" (para un servidor, la frase más sublime de la composición, y de lejos). Toda una víctima de las circunstancias, está visto. Y esto sigue siendo una nadería dentro del contexto global...
Porque seguramente, lo muy muy de lo más más, es el hecho de confesar ex profeso, el hecho que mientras se fornifollaba a la Otra (así, en mayúsculas) este señor iba pensando en su mujer (o eso afirma). "Sí, cariño, me he acostado con tu mejor amiga, pero estaba pensando en ti, que conste". Con un par, oigan.
Y luego, el momento culminante en toda petición de perdón: "No lo volveré a hacer más". Aunque, siendo un poco perspicaz, vista la suma de factores, se puede llegar facilmente a la conclusión de que esta premisa es falsa, por el mero hecho que, como afirmaba más arriba, al ser víctima de las circunstancias (o de su naturaleza macho cabría), la situación puede volver a darse en un futuro no muy lejano.
Genuflexionémonos pues ante esta fastuosa composición del maestro Giacobbe. Y ahora, un reto: a ver quién es el mostrenco que tras una infidelidad es capaz de plantarse ante su cónyuge y entonar estos versos. Si son capaces, suerte, y al toro. La necesitarán, a qué negarlo.
Esta tarde vengo triste y tengo que decirte
que tu mejor amiga ha estado entre mis brazos.
Sus ojos me llamaban pidiendo mis caricias,
su cuerpo me rogaba que le diera vida.
Comí del fruto prohíbido
dejando el vestido colgando
de nuestra inconsciencia.
Mi cuerpo fue suyo durante un minuto,
mi mente lloraba tu ausencia.
No lo volveré a hacer más, no lo volvere a hacer más.
Pues mi alma volaba a tu lado y mis ojos
decían cansados que eras tú eres tú,
que siempre serás tú.
Lo siento mucho, la vida es asi.
No la he inventado yo.
Si el placer me ha mirado a los ojos
y cogido por mano yo me he dejado llevar por mi cuerpo,
y me he comportado como un ser humano.
Lo siento mucho, la vida es asi,
no la he inventado yo.
Sus besos no me permitieron repetir tu nombre,
y el suyo sí,
por eso cuando la abrazaba me acordé de tí.
Comí del fruto prohíbido...
De siempre me ha parecido uno de los mejores temas creados dentro del panorama cutredance por antonomasia. Y es que el valor que le hecha el protagonista de esta deliciosa composición, confesando su infidelidad, es harto elevado. Obviamente, no por la confesión en sí, tratada cienes y cienes de veces dentro de la cultura musical, si no por su forma de realizarlo.
Porque, para empezar, este caballerete, no se lía con una cualquiera. Nada más lejos de la realidad. Puestos a cornamentear, qué mejor que hacerlo con la mejor amiga de su pareja. Dónde duele, vamos. Y es solo el principio...
Porque si se fijan, durante la confesión, de una maestría y un patricismo incalculable, el adúltero nunca, jamás de los jamases, asume culpa alguna. "La vida es así, no la he invetado yo", "... me he dejado llevar por mi cuerpo y me he comportado como un ser humano" (para un servidor, la frase más sublime de la composición, y de lejos). Toda una víctima de las circunstancias, está visto. Y esto sigue siendo una nadería dentro del contexto global...
Porque seguramente, lo muy muy de lo más más, es el hecho de confesar ex profeso, el hecho que mientras se fornifollaba a la Otra (así, en mayúsculas) este señor iba pensando en su mujer (o eso afirma). "Sí, cariño, me he acostado con tu mejor amiga, pero estaba pensando en ti, que conste". Con un par, oigan.
Y luego, el momento culminante en toda petición de perdón: "No lo volveré a hacer más". Aunque, siendo un poco perspicaz, vista la suma de factores, se puede llegar facilmente a la conclusión de que esta premisa es falsa, por el mero hecho que, como afirmaba más arriba, al ser víctima de las circunstancias (o de su naturaleza macho cabría), la situación puede volver a darse en un futuro no muy lejano.
Genuflexionémonos pues ante esta fastuosa composición del maestro Giacobbe. Y ahora, un reto: a ver quién es el mostrenco que tras una infidelidad es capaz de plantarse ante su cónyuge y entonar estos versos. Si son capaces, suerte, y al toro. La necesitarán, a qué negarlo.
Etiquetas: Cutredance
11 Réplicas:
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Publicar un comentarioHa olvidado mencionar la maravillosa versión que hace "El Junco" de esta canción. xD
A mi me gusta lo de "Mi cuerpo fue suyo durante un minuto". Tendrá huevos el tipo, pero como amante no se yo...
La versión de "Junco" la habré escuchado unas mil veces. Era de las pocas cintas que teniamos en el local del pueblo cuando éramos pequeños (esa, Camela y Seguridad Social). Fue una mala época.
Eso sí... supera a la original.
Saludos.
Eso sí... supera a la original.
Saludos.
Olé sus cojones...
Tomo debida cuenta de la versión junquera de esta delicia. Un servidor, a parte de la original, cantada en italiano, únicamente conocía la que realizó el Chaval de la Peca en su momento, sobra decir, altamente recomendable.
Y sí, maese miultimodia, un servidor también pensó en un posible eyaculador precoz al analizar el tema de marras, pero por no desvirtuar, opté por dejarlo en el tintero...
Y sí, maese miultimodia, un servidor también pensó en un posible eyaculador precoz al analizar el tema de marras, pero por no desvirtuar, opté por dejarlo en el tintero...
Pues yo me quedo con la de "tu lo que quieres es que me como el tigre, que me coma el tigre, que me coma el tigreeeeeeeeee" aunque hay que reconocer que esta no esta del todo mal!
Está planteada en próximas delicias higronáuticas la presencia de doña Lola Flores, maese genius, y, lo más probable es que caiga esa delicia coplera-sexual.
Pero que huevos tiene este tío...y que morro de canción...lo fuerte de esto esque en la vida real los hay así y todo
vaya tela, vaya tela...
Sublime, la pieza...
Una vez audicionada la versión de don Junco, siento contradecir, pero me quedo con su versión original (bueno, al menos su versión doblada del italiano), aunque, a qué negar que roza la cuadratura del círculo. Gracias, otra vez por la recomendación.
Usted lo ha dicho, yedra; en comparación con algunos casos reales, las discuplas de maese Giacobbe son de un inocente que espanta.
Usted lo ha dicho, yedra; en comparación con algunos casos reales, las discuplas de maese Giacobbe son de un inocente que espanta.