"Lamento que el programa que más me guste
sea ese que se llama "Carta de Ajuste" "
Joaquín Sabina

Lo prometido es deuda: hoy vengo a hablarles de dos de las mejores series catódicas de los últimos tiempos, y casualidad o no, ambas son de producción argentina.

Los Simuladores.

Surgida de la mente de Damián Szifron (director de una joyita cinematográfica como es El Fondo del Mar), si bien cuenta con un presupuesto reducido, su nivel de originalidad alcanza cotas tan elevadas que la hacen pertenecer al altar de las series de televisión, junto a obras maestras como Twin Peaks o Doctor en Alaska (aka Northern Exposure) por ejemplo. ¿El argumento? Un grupo de cuatro personas, capaz de solucionar cualquier tipo de problema. El mecanismo de actuación: Una persona con un problema concreto se dirige a ellos y tras aceptar las condiciones del acuerdo, se pone en marcha un plan u operativo. Este operativo consiste en crear una puesta en escena totalmente ficticia (que les lleva a hacerse pasar desde policías, hasta médicos, pasando por arqueólogos, buzos, taxistas, camareros...) con la única finalidad de conseguir sus objetivos. Casos que resuelven: desde ayudar a un estudiante a aprobar sus exámenes, alejar un acosador de su víctima, ayudar a una joven a superar su anorexia, reconciliar a una pareja, salvar la vida de dos atracadores de banco...

Una puesta en escena ajustada, unas interpretaciones magistrales (Federico D'Elia, Diego Peretti, Alejandro Fiore y Martín Seefeld), unos guiones tan perfectos como los simulacros creados, y una música que no sirve únicamente como fondo, sino que interrelaciona con cada personaje, cada elemento y cada historia. A parte de todo esto, destacar que en ningún momento se ofrece juicio de valor alguno sobre las actividades del grupo, así como tampoco sobre los casos en que han de trabajar. Se reconoce que Los Simuladores son un grupo con una única finalidad: la económica, y todo operativo que realizan es cobrado de una manera u otra (ya sea por parte del cliente, bien por parte de la víctima).

Una serie que no deja indiferente y que demuestra, como pocas, que otro tipo de televisión es posible, y que para ello, no hace falta alguna excesivas cantidades de dinero. Con buenas ideas basta.

Epitafios


Creada por la HBO, he de reconocer que a penas ví los dos primeros capítulos, pero sin duda, son totalmente diferente a todo lo que nos tiene acostumbrado el aparato de rayos catódicos. La premisa: un par de policías son alertados de un posible crimen en una casa. Cuando llegan, se encuentran un cadáver descuartizado y dos fosas con sendas lápidas. Una para uno de los policías, y otra para un exagente retirado después de que fallara en el rescate de unos rehenes en un secuestro años atrás. A partir de aquí se desarrolla una trama que nada tiene que envidiar a la cinta de Fincher, Seven. Es más, tiene toda la pinta de que los 13 capítulos que dura esta miniserie van a dar mucho más jugo que la que dió la película.

Al igual que Los Simuladores, esta serie tiene su punto de inflexión en un argumento sólido y original (como mínimo para una serie de televisión) y en cada episodio nuevos giros argumentales por parte del asesino (del cual nada sabemos, más que juega con los investigadores a su antojo). Un estilo visual que bien podría pasar por una de esas producciones norteamericanas, unas interpretaciones correctas (aún tengo que ver la de Cecilia Roth)... En resumen, una serie que todo aficionado al misterio y/o suspense no debería dejar pasar.