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viernes, noviembre 17, 2006
10:30 p. m.

Subnormalia alimentaria (o alimenticia)

rubricado por Higronauta
Que vivimos en un país de cenutrios, es por todos bien sabidos. El ciudadano de a pie es un elemento irresponsable y descerebrado que por sí mismo, es incapaz de tomar una decisión, ya no sabia, si no mínimamente certera y favorable, para su persona, o lo que es peor, para su comunidad. Es por eso que nos vemos abrumados por elementos (des)informativos a mansalva y leyes, siempre cohercitivas y punitivas que nos facilitan la visión del camino del Bien. Así, con mayúsculas.

Y como nuestro querido Gran Hermano ha visto que nuestra alimentación empieza a parecerse peligrosamente al modelo norteamericano, y que nuestros cuerpos celtibéricos empezaban a ensancharse con un destino final similar al volumen de la madre de Gilbert Grape, se ha decidido, desde el brazo ejecutor del ministerio de sanidad, pedir la retirada de la hamburguesa XXL del Rey de las Hamburguesas. C'est logique: el españolito come tan y tan bien en su rutina diaria, que, si en un momento de debilidad humana, osara (u osase) entrar en un establecimiento de la citada marca y se comiera una hamburguesa XXL, su salud y su esbelta línea se irían al traste en décimas de segundo, con el consabido malestar social que eso provocaría.


Lo curioso del asunto es que, puestos a prohibir (deporte rey en este país, a años luz del balompié), un servidor se queda con la duda estúpida de por qué no prohibir otros alimentos tanto o más perjudiciales para la salud que una mera hamburguesa cochambrosa y, normalmente, asquerosa. Porque nuestra consabida, sobrevalorada y, a estas alturas de siglo, casi olvidada, dieta mediterránea tiene en su haber una serie de platos que nada tienen que envidiar, en cuestiones hipocalóricas y sebosas (o sebáceas) a la hamburguesa fastfoodiana. ¿Y qué me dicen de los platos prepreparados? ¿Y de la bollería industrial? ¿y de...?

Porque, asumámoslo, comemos mal. Muy mal. Con la inflacción que campa a sus anchas por estas tierras, y con los sueldos tan nímios que seguimos sufriendo, el tiempo que podemos/queremos dedicarle a la cocina empieza a verse harto perjudicado en pos de una serie de elementos mucho más apetecibles y, normalmente, relajantes (o no). Y es que, por mucho que se empeñen algunos, llevamos demasiados años siguiendo el paradigma social del Imperio, y, a estas alturas, como que nos va a costar muy mucho quitarnos ese san Benito de encima.

Y es que, llámenme malpensado, llámenme paranóico, tengo la cuasi certeza que esta nueva del ministerio de sanidad no tiene más finalidad que la de siempre: ahorrar dinero público. Es decir: prohíbimos la venta de hamburguesas rebosantes de grasas y colesterol ergo evitamos un buen número de enfermedades coronarias y demás, directamente relacionadas con la ingesta, con lo cual, el gasto público en sanidad se reduce y se puede desviar hacia otros lugares (legales o ilegales, eso ya es asunto del GH). Que viene a ser lo mismo que pasa con el tabaco, por ejemplo. Aunque si se paran a pensar, lo que no se intenta reducir desde arriba son las enfermedades mentales (estrés, ansiedad..), causadas siempre o casi siempre, por motivos laborales. Cuanto menos curioso, ¿non?


Para finalizar, proponer una serie de medidas higronáuticas para controlar la alimentación de los españolitos de pro, visto lo visto:

- La implantación de cuerpos de seguridad del estado a la salida de los colegios, que se encargaran de registra y confiscar meriendas infantiles que no sean sanas y equilibradas para el organismo.

- Carné de puntos alimentario: a toda aquella persona que se le detecte medicamente un aumento de peso sospechoso en, digamos, seis meses, se le restarán puntos del citado carné, quedando obligado, una vez se quede sin ellos, a asistir diariamente a barracones estatales que, haciendo la vez de comedores, enseñaran y obligarán a los asistentes habitos sanos y saludables a la hora de comer.

- Inspectores sanitarios que, azarosamente, realizarán visitas a los hogares de los Ciudadanos, buscando elementos malsanos para la ingesta, pudiendo llegar a poner sanciones económicas (esta seguro que triunfa, porque lo que es cobrar en este país...).

- ...

Y mientras tanto, los animales de granja son hinchados con pienso transgénico, las verduras son experimentos científicos y el agua del grifo nunca, jamás de los jamases, será insípida, incolora e inodora. A Dios rogando y con el mazo dando, oigan.

10 Réplicas:

  At 18/11/06 12:21 Blogger Dr.Benway afirmó:

Si se prohíbe la XXL lo único que se conseguirá será el que se pidan dos hamburguesas pequeñas, que son más caras y Burger King ganará más dinero.

  At 18/11/06 12:37 Anonymous Anónimo afirmó:

Qué razón tiene Sr. Higronauta, en este país la gente ya no sabe comer, y los que saben lo tienen muy crudo si al ir al mercado tienen que gastarse una media de 30 o 40 euros por tienda. Aquí en ultramar, la situación es extremadamente grave, uno se ve abocado al hidrato de carbono, porque el resto de productos es tan caro que no cunde nada. Tenemos uno de los índices mas altos de obesidad (tanto infantil como adulta) del país, y no hay solución, porque la mayoría de las economías, al ser de subsistencia, no pueden asumir hábitos de vida saludable, que no trasmiten a sus hijos a los cuales no habrá manera, ni con la mas recalcitrante de las diabetes, de sacarlos de la bollería industrial el fast food y los congelados.
La hipocresía política es horrenda cuando ves las malditas campañas de salud pública que supuestamente por ósmosis alquímica deben de reestructurar las cabezas de los españolitos de a pie...

  At 19/11/06 20:28 Anonymous Anónimo afirmó:

De todas formas el negocio hamburgesil yo creo que no cala socialmente. Cada vez que paso por un burger de estos, pongan ustedes el nombre que quieran, está desolado, el típico guiri buscando el hogar, los escolares campaneros fumados, el esquizoide despeinado de turno y poco mas de dos personas fijas más. En cambio Bocatas, Pans and Companys, Rodillas y demás están rebosantes a todas horas. Debe calar en nuestro subconsciente aquello de la dieta mediterránea supongo, y ni que decir cabe que su calidad nutricional es igual de dudosa, por no hablar de la sanitaria. Como dato empírico anecdótico sin mayor fundamento, todas las mañanas observo a un grupete de red skins comer en un “pans”, y es que tal establecimiento en mucho menos imperialista que un McDonalds, ande va parar.
Maese bizita presupongo pues que el aforamiento de estos locales deben ir por barriadas, porque en la urbe donde habito hay uno y suele estar siempre lleno (de qué, mejor ni comentarlo). Así mismo, no verá nunca una hamburguesería de la zona turística de la ciudad vacía o semi vacia.

dr. benway hay le ha dado, aunque creo que lo que promueve la venta de la XXL es su bajo precio en comparación a dos menores. Aunque, con los precios que tienen estos engendros supuestamente cárnicos, tampoco creo que importe mucho.

Modelo norteamericano en estado puro, maese anónimo. Hacia ahí nos encaminamos a pasos agigantados.

  At 19/11/06 22:27 Anonymous Anónimo afirmó:

Le hablo en pleno centro de la ciudad condal, no se crea. La rambla del país para ser mas exactos, y le aseguro que en mi paso en variables horas del día, el aforo de los burgers suele ser muy limitado comparado con los otros, al menos de publico que no sea foráneo. La sociedad catalana prefiere la baget industrial al bollo con semola.
Prometo fijarme pues la próxima vez que pase, porque creo pues que mi percepción anda errada...
cuánta razón. yo miro con ironia cómo los britanicos, cada vez mas conscientes de sus malos habitos alimentarios realizan desesperados esfuerzos por llevar una vida sana. Mientras que en España, un pais que cuenta con una tradición sana, se transforma, desde las estanterias en los supermercados en comida rapida, congelados y fruta en bandejas.

  At 20/11/06 18:22 Anonymous Anónimo afirmó:

y además de mala, cara...
Parece ser que uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, querida pussy. Cuando tras varias generaciones nuestra querida celtiberia se halla tornado en fofolandia u obesoland, seguro que saldrán empresas alimenticias promoviendo la dieta sana mediterránea de antaño, eso sí, a precios desorbitantes.
Maese anónimo, bienvenidos a la globalización neocon...

  At 29/11/06 12:06 Anonymous Anónimo afirmó:

Lo más detestable es el programa del archiforrado Arguiñano, que encima de lo pesao que es el tío con los chistecitos, enseña cómo se cocina colesterol y triglicéridos fácilmente, y con fundamento, al sufrid@ telespectador, y encima te vende videos, libros, fascículos y su web. Insoportable el tío.