RAE: Limpia ¿y da esplendor?
rubricado por Higronauta
Los señoritos académicos de la Real Academia de la Lengua Española acaban de presentar su "Diccionario Esencial", toda una revolución filológico-social, por lo visto, puesto que hasta el principito patrió hizo acto de presencia en el acto, elogiando el idioma español y su diccionario "bien hecho, atento siempre a la voz del pueblo, mesurado y riguroso en el refuerzo de la unidad y gozoso en el reconocimiento de la variedad". Y olé.
¿Las novedades? Muy muchas. Pasemos a comentarlas:
- Eliminación de un plumazo de la irrisoria cantidad de 12.000 vocablos, según se afirma, por su desuso.
Buscando desuso en el DRAE tópome con la acepción "Empleo continuado y habitual de alguien o algo." Según ese criterio, quizás habría que suprimir una buena cantidad más de palabras, ya que uso, lo que se dice uso, se hace de un par de centenares, no mucho más. Hagan si no un recuento de ellas en las conversaciones que escuchen durante el día y ya me dirán (las conversaciones matutinas no son cuantificables, pues es bien sabido que el españolito de a pie a primera hora del día no habla, gime o balbucea).
Cuán modernos se han debido sentir los académicos al introducir estos esplendorosos neologismos (pero neo, neo, ¿eh?) en el diccionario. Me parece oír sus conversaciones a la salida de la Academia "¿Sabes que el bungaló que alquilé el fin de semana pasado tenía una computadora con conexión a internet y salvapantallas de peces? Y no tuvimos ni que cocinar: todas las comidas eran de lata que abríamos con un abrefácil que allí había" y su contertulio "Eso sí que es castrante, voto a bríos".
- Inclusión de dichos coloquiales, también de ultimisísima generación, tales como estar al loro, comer el tarro o vender la burra.
Vamos, que parece que le hallan comprado los derechos de autor a Ramoncín por aquél tratado cheli que se sacó de la manga y los hallan introducido aquí quedándose tan anchos. Y es que, malpensados ustedes, los señores y señoras de la RAE son muy modernos y están concienciadísimos con las new generations que abarrotan nuestras villas. ¡Oh yeah!
- Extrangerismos.
Para variar, igual que su vertiente social, se trata de un tema a tratar a parte. Y es que los draemen no se acaban de decidir si aceptamos vocablos foráneos y nos vamos cargando la lengua patria pasito a pasito, o si hacemos versiones carpetovetónicas, que pueden quedar muy naïf, pero a qué negar son mucho más nuestras. Ejemplos: se aboga por seguir usando conceptos como jazz o software pero se recomienda encarecidísimamente el uso de las adaptaciones tales como pirsin, baipás, yacusi y zum entre otras. Ustedes no sé, pero un servidor desde que acaba de descubrirlas piensa hacer uso de ellas cada vez que sea propicio.
Conclusión
Da gusto saber que existen una serie de mentes pensantes que se preocupan tanto por nuestra querida lengua madre, y que, por contra de lo que piensan muchos, no se están tocando los testículos todo el día en su silloncito con letra incorporada, si no que se devanan la sesera día sí, día también. Imagínenselos como unos afanosos jardineros, encargándose a diario de mantener el jardín en perfectas condiciones, arrancando las malas hierbas y plantando, de tanto en tanto, nuevas especies botánicas. Aunque, a fin de cuentas, y tal como está el precio de la vivienda ahora, ¿quién se puede permitir tener jardín? Pues eso.
7 Réplicas:
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Publicar un comentarioCraneos previlegiados!
las expresiones coloquiales, jeje, eso me recuerda que devolví la guía de Marruecos de Trotamundos porque utilizaba la expresión: "Te irás al talego". Me pareció tan vulgar, que la cambié por otra guía.
Sr. Higronauta, los señores académicos, son unos seres perversos. Y sinceramente, me parece que lo que intentan hacer estos señores, lo que justifica en el fondo su función es una filiación con cierto concepto de la identidad hispánica, que a mí no me acaba de convencer. Otros diccionarios, El María Moliner(pojemplo),son diccionarios del uso, muchisimo más completos, y definitivamente mas cercanos a la realidad del lenguaje que hablamos. No?
Autoproclamados, apuntaría yo, dr.zito.
Un talego son mil calas, ¿non? Y es que esa vulgaridad que usted comenta, querida Pussy, es el pan nuestro de cada día dentro de nuestra cotideanidad. De ahí la inclusión de esas gloriosas joyas en esta edición, por ejemplo.
Ante su planteamiento, maese anónimo se me ha planteado una duda: los Reales Académicos ¿cobran sueldo del Estado? Es que si así fuera, empezaría a entender los pocos conceptos que me faltan por comprender sobre la RAE, y serviría para explicar la diferencia que usted comenta entre diccionarios varios.
Un talego son mil calas, ¿non? Y es que esa vulgaridad que usted comenta, querida Pussy, es el pan nuestro de cada día dentro de nuestra cotideanidad. De ahí la inclusión de esas gloriosas joyas en esta edición, por ejemplo.
Ante su planteamiento, maese anónimo se me ha planteado una duda: los Reales Académicos ¿cobran sueldo del Estado? Es que si así fuera, empezaría a entender los pocos conceptos que me faltan por comprender sobre la RAE, y serviría para explicar la diferencia que usted comenta entre diccionarios varios.
la Academia «tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico». Esto está extraído de la página web de la real academia. Al parecer, tiene presupuesto del estado, por real decreto, pero el presupuesto no está dirigido a los académicos, sino a la organización, que puede y debe crear fundaciones diversas para que lo administren de modo que se cumpla en objetivo arriba citado...
En este país no tenemos tradición lexicográfica, y es una pena, la mayor parte de los diccionarios rinden pleitesía al real, como no. Uno tiene que llegar a la universidad, para dar con léxicos con la suficiente capacidad para enfrentarse al lobby del alfabeto que constituyen los académicos, que son, o pretenden ser voz última en un campo tan escabroso como el de la semántica o la gramática
En este país no tenemos tradición lexicográfica, y es una pena, la mayor parte de los diccionarios rinden pleitesía al real, como no. Uno tiene que llegar a la universidad, para dar con léxicos con la suficiente capacidad para enfrentarse al lobby del alfabeto que constituyen los académicos, que son, o pretenden ser voz última en un campo tan escabroso como el de la semántica o la gramática
lo que querais, pero si no fuera por el diccionario de la RAE nunca hubiera descubierto insultos tan intelectuales como tarúpido, postema o perendeca, que cuando los digo es como que un aura de conocimiento me rodea y me permite que la gente me tome por un pedante y que además luego consulten el diccionario para enterarse de lo que les he dicho. Ser idiota es lo que tiene y a mi me gusta ejercer!
Empiezo a pensar que el problema no es de la RAE, si no del simple hecho que los académicos tienen una edad harto avanzada y andan más que distanciados de la realidad social (que, a fin de cuentas, viene a ser lo cotideano en cuestiones oficiales u oficiosas en este país), maese anónimo.
Don genius, estoy totalmente de acuerdo con usted en cuanto al enriquecimiento lexicográfico. El problema, como comentaba maese anónimo viene por la pleitesía que se rinde al DRAE cuando no dejan de ser una panda de presupuestos genios encerrados en una sala mal iluminada y sin ventanas.
Don genius, estoy totalmente de acuerdo con usted en cuanto al enriquecimiento lexicográfico. El problema, como comentaba maese anónimo viene por la pleitesía que se rinde al DRAE cuando no dejan de ser una panda de presupuestos genios encerrados en una sala mal iluminada y sin ventanas.