Oda al transporte público
rubricado por Higronauta
"El tren se marcha ya / Chi chi pom pom chi chi pom pom y yo lo miro"
El Trenecito, Enrique y Ana
Martes, 21 de marzo del 2006. Jornada 29a de La Liga de Fútbol. F.C. Barcelona vs Getafe C.F. Como no podía ser de otra manera, los queridos Transportes Metropolitanos de la ciudad condal, ponen a disposición de los asistentes a tan magno evento estos servicios:
"Autobuses
- 2 líneas especiales : Camp Nou - pl. de Catalunya y Camp Nou - pl. Verdaguer a las 22:30 h. Todos los vehículos llevarán el frontal indicador de línea "Camp Nou - Catalunya" y "Camp Nou - Verdaguer". El precio del billete es de 2.10 €.
- Se reforzará el servicio en las líneas 15, 43 i 56.
Metro
- Se reforzará el servicio en las estaciones Maria Cristina, Les Corts, Collblanc y Badal.
- Se mantendrán abiertos los accesos secundarios de Badal y Collblanc hasta una hora después de la finalización del partido.
- Se reforzará el servicio de trenes en las líneas 3 y 5."
Qué bueno y qué caritativo es nuestro sistema de transporte público que se preocupa por los aficionados al balompié ofertándoles tales posibilidades de desplazamiento.
Cuando hay fútbol.
Porque un servidor, usuario cotidiano de la red metropolitana se enfrenta, día sí y día también a las maravillosas sorpresas que ofrecen tanto TMB como Renfe. Puede ser que de toda línea entera de metro (aka subte) sólo estén operativas cuatro paradas. O, quizás, el tren que tenía que pasar a la hora exacta para que un servidor llegue a su puesto de trabajo en hora desaparezca en una especie de cinta de Moebius, sin explicación alguna, y dando paso al siguiente convoy, al cual es imposible entrar, a menos que uno pierda la poca dignidad humana que dispone a esas horas de la mañana y opte por pelearse con todo quisque por conseguir poco más de 30 centímetros cuadrados de espacio entre improperios de los (presupuestos) ciudadanos. Aunque la más divertida, y quizás la más frecuente, es encontrarse, en plena hora punta, cuando las estaciones están a rebosar, emulando un Neo-Tokio cualquiera, que en lugar de dos convoys (aka dos trenes en uno) aparezca sólo uno, y, a parte de correrse medio andén para llegar a la zona donde al señor conductor le ha dado la santa gana de detenerse, volver al tema de los empellones e improperios varios. Todo esto por un módico precio (nótese la ironía) que, curiosamente, sube cada dos meses para pagar vayan ustedes a saber qué.
Y es que todos llevamos un Odiseo dentro, en busca de aventuras con destino a Ítaca, pero, qué quieren que les diga, la batalla diaria contra los elementos del trasnporte público resulta cuanto menos cansina y odiosa. Y si encima le añadimos la mofa de los "servicios especiales" para balompédicos de pro, esto, queridos mostrencos, es el acabóse. O sea.
El Trenecito, Enrique y Ana
Martes, 21 de marzo del 2006. Jornada 29a de La Liga de Fútbol. F.C. Barcelona vs Getafe C.F. Como no podía ser de otra manera, los queridos Transportes Metropolitanos de la ciudad condal, ponen a disposición de los asistentes a tan magno evento estos servicios:
"Autobuses
- 2 líneas especiales : Camp Nou - pl. de Catalunya y Camp Nou - pl. Verdaguer a las 22:30 h. Todos los vehículos llevarán el frontal indicador de línea "Camp Nou - Catalunya" y "Camp Nou - Verdaguer". El precio del billete es de 2.10 €.
- Se reforzará el servicio en las líneas 15, 43 i 56.
Metro
- Se reforzará el servicio en las estaciones Maria Cristina, Les Corts, Collblanc y Badal.
- Se mantendrán abiertos los accesos secundarios de Badal y Collblanc hasta una hora después de la finalización del partido.
- Se reforzará el servicio de trenes en las líneas 3 y 5."
Qué bueno y qué caritativo es nuestro sistema de transporte público que se preocupa por los aficionados al balompié ofertándoles tales posibilidades de desplazamiento.
Cuando hay fútbol.
Porque un servidor, usuario cotidiano de la red metropolitana se enfrenta, día sí y día también a las maravillosas sorpresas que ofrecen tanto TMB como Renfe. Puede ser que de toda línea entera de metro (aka subte) sólo estén operativas cuatro paradas. O, quizás, el tren que tenía que pasar a la hora exacta para que un servidor llegue a su puesto de trabajo en hora desaparezca en una especie de cinta de Moebius, sin explicación alguna, y dando paso al siguiente convoy, al cual es imposible entrar, a menos que uno pierda la poca dignidad humana que dispone a esas horas de la mañana y opte por pelearse con todo quisque por conseguir poco más de 30 centímetros cuadrados de espacio entre improperios de los (presupuestos) ciudadanos. Aunque la más divertida, y quizás la más frecuente, es encontrarse, en plena hora punta, cuando las estaciones están a rebosar, emulando un Neo-Tokio cualquiera, que en lugar de dos convoys (aka dos trenes en uno) aparezca sólo uno, y, a parte de correrse medio andén para llegar a la zona donde al señor conductor le ha dado la santa gana de detenerse, volver al tema de los empellones e improperios varios. Todo esto por un módico precio (nótese la ironía) que, curiosamente, sube cada dos meses para pagar vayan ustedes a saber qué.
Y es que todos llevamos un Odiseo dentro, en busca de aventuras con destino a Ítaca, pero, qué quieren que les diga, la batalla diaria contra los elementos del trasnporte público resulta cuanto menos cansina y odiosa. Y si encima le añadimos la mofa de los "servicios especiales" para balompédicos de pro, esto, queridos mostrencos, es el acabóse. O sea.
3 Réplicas:
Desde la huelga encubierta de maquinistas cada día llego un poco más aplastada al trabajo, como en los cartoons.
¡Que sigan promocionando el transporte público!
¡Viva!
¡Que sigan promocionando el transporte público!
¡Viva!
Don pubertito suelo sentarme en los traseros por una cuestión de ahorro de energías con lo cual... Aunque sufrir, un servidor ya sufre con Renfe. Y a diario, oiga.
Aura desconocía que hubiera huelga encubierta. El fenómeno cartoon que usted comenta es el que intento evitar cada mañana, y a qué negar que, por el momento voy consiguiéndolo.
Aura desconocía que hubiera huelga encubierta. El fenómeno cartoon que usted comenta es el que intento evitar cada mañana, y a qué negar que, por el momento voy consiguiéndolo.
Si el comentario molesta a alguien, me dejo pegar en el bitefight.