"Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo."
Balduino I

En plena E.O.C. (Élite Occidental Capitalista o Capitalizada) la ventaja que tiene el Ciudadano es la de tener sus necesidades (tanto básicas como impuestas) más que cubiertas gracias a los templos del consumo. Muy lejos quedan ya los años en que uno había de desplazarse X kilómetros para conseguir comida, ropaje,... A estas alturas de siglo XXI, la "ventaja" es que todo nos queda a la vuelta de la esquina, como mucho. ¿Qué tienen hambre y su frigorífico está vacío? Bajan al supermercado y se agencian con todo el comestible que deseen. ¿Qué necesitan redecorar su vivienda? Se dirigen a su Ikea más cercano y se compran esa chaise-longe tan cool modelo Rüdy. ¿Qué es uno de esos especímenes que se ven necesitados de cultura? Pues o bien se van a su librería más próxima, o bien entran en el templo del conocimiento triturado que es Fnac y llenan su cestito de best-sellers, top ventas musicales y demás.
Ahora bien, ¿y si necesitaran defenderse (entendido el concepto como "la mejor defensa es un buen ataque" de peligros externos? Pues se pasan por la feria Defense Systems & Equipment International de Londres donde por unos cuantos euros pueden comprarse desde la Remington de dos cañones del calibre 12, frabricada en Grand Rapids, Michigan, con culata de nogal y los cañones recortados de acero azul cobalto hasta el misil Patriot de última generación. Sí señores, en la capital británica, cada dos años se celebra una tremebunda feria de muestras donde los productos a vender no son ni más ni menos que armas. Pueden contemplar mientras pasean por el recinto, exposiciones de balas, rifles de asalto, misiles varios así como vehículos especializados en el "arte de la guerra". Y todo esto bajo el amparo de la más absoluta de las legalidades.

Y es que es lo que tiene la globalización: antes los mercenarios de la guerra debían rebuscar por los países en busca de ofertas varias para poder armarse para la siguiente guerra/invasión. Ahora, gracias al acercamiento de las distancias, con sólo un billete de avión a Londres pueden realizar el trabajo de varios meses en apenas unas horas. "Buenas, quería invadir X. ¿Qué me recomendaría que usara?", o "Con estas granadas de mano ¿cuántas bajas se pueden provocar?". Luego estará el despistadillo que seguro que irá preguntando de puesto en puesto si tienen armas de destrucción masiva. No sé a ustedes, pero a un servidor todo esto me recuerda la escena aquella del maestro Gila llamando desde el ejército a la fábrica armamentística reclamando por los materiales defectuosos enviados (por si alguno no la ha disfruado o está falto de memoria la pueden descargar un poco más abajo).
Manifestaciones en contra de esta feria han surgido y muchas, y entre los que se oponen se halla, curiosamente, el alcalde de la capital. Lo cual lleva a pensar que se trata de una maniobra del meapilas de Tony Blair para que sus amiguitos salvamundos puedan ir allí a comprarse todo lo que necesiten. Presupongo que por ser antiguos aliados respecto al tema de Irak, los USA y nuestra querida España tendrán vales de descuento. Aunque, un servidor, todavía no ha visto a mr. Bush paseándose por allí con el carrito de la compra a ver que se lleva para casa. Ah, claro. Debe ser porque ahora mismo no debe tener tiempo todo el día metido en el nuevo puente aéreo presidencial Washington-Nueva Orleans. O no.

La verdad es que los conceptos vergüenza, asco y hastío se quedan más que cortos ante ésta clara demostración del nivel de militarismo mundial en pleno siglo XXI basado en ese capitalismo globalizador que tan beneficioso para la humanidad decían que era. Ante esto, sólo queda ya esperar y/o proponer otras ferias, que no por ser de distinta temática, dejarían de demostrar las bases del poder establecidas: la feria del petróleo (¿Petroferia?), la de la carne humana (bueno, esa en tierras hispánicas ya ha dado sus primeros pasos bajo el nombre de Festival Internacional de Cine Erótico de Barcelona), la de la droga (¿Drogalia?) y así hasta el infinito y más allá...
A la espera que se lleven a cabo esas ferias o que Amazon y Ebay se dediquen, ya puestos, a la venta de carros de combate, subfusiles y demás, les dejo con el maestro Gila. Y es que o se toma uno las cosas con ironía...

Gila - Es el enemigo