"Permanezca en sintonía."

Se afirma que hay ciertos actores y actrices que están eternamente encasillados en sus papeles. Los ejemplos son muchos, desde nuestra pátrida Véronica Forqué, hasta el simio parlante de Jim Carrey, o la galería de elementos musculosos que pueblan la gran ingesta de películas de acción (poco o nada cuenta que hayan pasado la cincuentena), entre otros... Ahora bien, si hay un espacio selecto y reservado para la automarginación y la reclusión perpetua (salvo contadísimas excepciones) es la pequeña pantalla (aka caja tonta, aka aparato de rayos catódicos, aka televisor). Piensen por un momento en sus series favoritas y en sus ídolos catódicos. ¿Les viene a la cabeza alguna película a destacar protagonizada por ellos? ¿Si quiera algún momento memorable? Exceptuando a George Clooney (llámemoslo el elegido por su magistral salto de la serie Urgencias (aka E.R.) al show business más mediático made in USA), muchos han sido los actores que por muchos intentos que han realizado, no han conseguido cuajar entre el gran público en la gran pantalla.
Algunos afirmarán que el problema es que el actor está muy bien en un papel en una serie, pero a la hora de rodar una película no da la talla por su falta de registros o su encasillamiento atroz. Qué quieren que les diga. Unas veces es así, y otras no. Pongamos algunos ejemplos extraidos de mis series favoritas y analicemos la cuestión:

David Duchovny (alias Fox Mulder).

Éste es uno de los casos menos sorprendentes. No se puede decir que goce de unas dotes interpretativas elevadas, y, quizás, los guiones que ha elegido para sus momentos en el "7º arte" tampoco es que hayan sido muy gloriosos qué digamos (por no decir que eran infumables). A parte de eso, la sombra de Mulder es demasiado alargada (por demasiadas temporadas) y no le ha quedado más remedio que volver al redil con el rabo entre las piernas... C'est la vie.
Kyle MacLachlan (alias Agente Especial Dale Cooper).

Hay que agradecerle al maestro Lynch el descubrimiento de este infravalorado actor en Dune, Blue Velvet y su consagración como icono catódico con su papel en la maltratada serie Twin Peaks. Aún así, las ofertas para la gran pantalla tampoco es que le hallan llovido en demasía y poco más nos queda que esa cult movie de serie B que es Hidden y su papel de Joseph K. en la casi desconocida El proceso, dirigida por David John Hugues. A olvidar sus aportaciones a Show Girls y los Picapiedra, sobra decirlo.
Mandy Patinkin

Pese a ser uno de los mejores actores norteamericanos en vida (nótese la objetividad del comentario), poco o nada se ha podido gozar de este hombre en la gran pantalla (exceptuando el mítico momento freak de "Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre, prepárate para morir" del clásico La princesa prometida). Si bien tiene en su haber el honor de haber participado en la serie Chicago Hope (donde recibió un Globo de Oro por su papel del doctor Jeffrey Geiger) y se encuentra rodando una de las mejores series yankis del momento (Tan Muertos Como Yo aka Dead Like Me), este hombre orquesta, cantante y actor, ha pasado por la gran pantalla sin pena ni gloria (¿alguien recuerda su interpretación de 88 Keys en Dick Tracy?¿Y el de Agvidor en Yentl, junto a la mujer con la nariz pegada?). Quizás la más memorada dentro del territorio freak (again) sea Alien Nation... Suerte que su polifacetismo le ha hecho despuntar más en el teatro (y especialmente en el musical). Y lástima que de ello no podamos disfrutar los mortales del viejo continente.

Como les decía al principio la lista es interminable: el trio de Embrujadas, Sarah Michelle -Buffy- Gellar, los investigadores de CSI (Miami, Las Vegas, Nueva York o Alburquerque), Rob -Doctor Fleishmann- Morrow, Teri -Lois Lane- Hatcher, Kirk Cameron... Esto ha sido una simple muestra, y, quizás, un pequeño acto de homenaje a aquellos que una vez se metieron en nuestros hogares por medio del tubo de rayos catódicos, y ya nunca más volvieron a salir de él.