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martes, agosto 09, 2011
12:34 a. m.

La dicotomía del verano (ruso): Cerveza o chichas guapas

rubricado por Higronauta


Los entes políticos rusos parecen haber leído a Ausiàs March y en especial aquel preciosista y certero verso que afirmaba que «La carn vol carn [La carne quiere carne]», pues han conseguido que un acto irrisorio, machista y vácuo de contenido se halla convertido en seminoticia mundial por el mero hecho de exhibir a tres féminas rusas en ropa de baño en medio de una plaza cualquiera de la Moscú.

ESTO NO ES NOTICIA

El subterfugio maniqueísta ha comportado que un buen grupúsculo de medios de prensa hallan hecho exageradísimo eco del acto para la comunidad internacional (masculina) ansiosa de contemplar carne en cualquiera de sus posibles formas. Eso sí, no intenten analizar ni un ápice del contenido, porque hace aguas por todas partes.

«O LOS JÓVENES BEBEN CERVEZA O SE RELACIONAN CON CHICAS GUAPAS»

¡Eeeeeeh! ¡Quieto parao! Repasen, antes de lanzarse al esloganismo más populachista, la lógica aristotélica. Plantéense la cuestión. Siéntanse, sobre todo ustedes, las féminas, insultadas. Y mucho. Y no sólo por el uso de una estereoestipación chabacana y digna de la portada de una de esas gacetillas desinformativas dirigidas a los "hombres", si no, sobre todo, por el factor C de Cebada.
Porque lo que se acaba afirmando en esta puesta en escena es que ustedes, oh jóvenes con un par de cromosomas X, es que si un elemento del sexo contrario que sea bebedor (en cualquiera de sus medidas) de cerveza se relacione con ustedes, se convertiran, ipso facto, y por el poder del macho cabrío, en simples mujeres feúnas, poco agraciadas o, si nos apuran, "del montón".

De aquí se sustraen dos máximas nada desdeñables:

1) Los machos de la manada, cerveza en mano, dejaremos de lado todo lo que no sea físico en ustedes, que les quede claro. La belleza irreversible que la llaman.

2) Su belleza exterior dependerá, una vez más, del ojo masculino que las contemple. Si es del tipo consumidor de la bebida espumosa se ajarán con el más mínimo atisbo. Si es del grupúsculo abstemio, conservarán su plenitud hasta el fin de sus días.

NARRACIÓN

Asusta, y mucho, la narración de la nueva. Degollamos pues desde aquí un carnero al oráculo para que Sinde se manifieste y nos aconseje en nuestro camino hacia la VERDAD, pues dudamos, muy mucho, que iniciar la noticia con un «Estas tres veinteañeras con sus esculturales cuerpos», teniendo en cuenta que hablamos de la objetivisisisíma agencia EFE, sea un modelo de igualdad de géneros y que no comporte ningúna denostación categórica. Y quizás con eso alguien pudiera ponerlo todo en tela de juicio. Pero al llegar al momento categórico de «Una decisión nada difícil de tomar: o los jóvenes beben cerveza o se relacionan con chicas guapas» nos parece una rebaja tal del ente femenino en tanto que persona (comparar a las mujeres con vasos/botellas/jarras de cerveza nos parece de órdago) que habría de desatar, como mínimo, la furia de la Diosa. Lástima que se encuentre en tierra ajena librando sus propias batallas y nos halla dejado huérfanos de deidad.

A la espera de su vuelta, y sin nada mejor que hacer para sofocar el verano, seguiremos, los hombres españoles, hijos putativos de Alfredo Landa, José Luís López Vázquez y Pajares y Esteso, bebiendo rico néctar de cebada en la compañía que nos/les/os plazca. Y el/la/lo que no quiera venir, peor para él/ella/ello. Oye.

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