<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d8489705\x26blogName\x3dHigroblog\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://higronauta.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://higronauta.blogspot.com/\x26vt\x3d-832655194158431021', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
martes, octubre 21, 2008
6:16 p. m.

Delicias higronáuticas vol. 22: El retorno del Jedi

rubricado por Higronauta
Mi insana afición enfermiza por Enrique y Ana es de sobras conocida por los asiduos de este blog, creada y apuntalada a base de lustros varios de traumatismo infantil que acabaron por conformar el imaginario resquebrajado que hoy poseo.

Y aunque uno lo hubiera (o hubiese) asimilado y se creyera conocedor absoluto del universion enriqueyano, cual no fue mi más completa sopresa cuando, hace unos añitos (pocos, muy pocos) entré en una de esas deliciosas "librerías especializadas" que cohabitan en la ciudad condal y escuché en el cassette del dependiente la delicia que hoy les traigo. Una embriagadora entriopía se apoderó de mi cerebro y me transportó a lugares que hasta el momento no había conocido. Sí, eran Enrique y Ana, pero, ¿qué estaban cantando?


Espasmado en el marco de entrada de la tienda dejaba que la letra fuera adentrándose en mi mente y reforzando, aún más si cabía, esa impronta infantil. ¿"El Jedi retornará y su gran fuerza dará a Skywalker"?? No daba crédito y me negaba a asimilar una grandeza tan sublime para un servidor hasta entonces desconocida.

Como pude, me acerqué al dependiente y le pregunté, entre espumarajos, QUÉ ERA AQUELLO. Su sonrisa maliciosa delató una complicidad intrínseca a la par que me contestaba lo que mi intelecto era incapaz de asumir racionalmente: un tema de Enrique y Ana sobre El retorno del Jedi recién reeditado en compacto para gozo y algarabía de fans acérrimos y de enfermos mentales varios. Dándole las gracias salí corriendo como pude de la librería y me encaminé cual T-1000, hacia la tienda de discos más cercana en búsqueda insondable de ese ansiado tesoro.

Entré y por más que rebuscaba no conseguía dar con el consabido disco (quizás debido a mi estado semicomatoso) así que me dirigí al clásico-dependiente-de-anuncio-al-que-le-tarareas-la-melodía-y-te-informa-ipso-facto-donde-encontrar-lo-buscado. Su cara fue una estampa y su ojos una desorbitación cuasi anfibia. Tras el shock, rebuscó en la base de datos y me acompañó hasta, obvio, la sección infantil, donde, detrás de varios discos de muñecos peluchoides cantarines, estaba el disco ansiado. Pese a mi ansia de posesión, se entretuvo mirando los títulos de las canciones, en un ataque de morriña infantil, y, en plena impaciencia personal, se lo arrebaté de las manos, le di las gracias y salí corriendo hacia la caja. De reojo ví, mientras me alejaba, que asía otra copia del citado disco y se dirigía hacia su mostrador.


Y cual no fue mi extasiante sorpresa mientras esperaba mi turno de pago que, por el hilo musical de la megatienda barcelonesa empezó a sonar el elepé en cuestión. Cuasi llorando y con las piernas temblando, pagué como pude, y salí, feliz y realizado a la par que impaciente por llegar a la mansión higronáutica y devorar un disco que debería estar, sin lugar a dudas, en los anales de la discografía celtibérica de ahora y siempre y del que ya hablé tras su compra.

Y ahora, tras esta extensísima, pero por otro lado cuasi obligada parrafada, con ustedes, en riguroso emepetrés, El Retorno del Jedi. A los micrófonos: Enrique y Ana. Que lo disfruten. O no.


Etiquetas: ,

8 Réplicas:

1.- no me puedo creer que eso sucediera en la fnac. vd. nos miente.

2.- "El enemigo a atrapado a arturito / Threepeo junto a él ha caído / y el malvado barón persigue / a Luke Skywalker" Presupongo que está dirigida al mercado sudamericano... pero es pura explotación al estilo "El ETE y el OTO": ni siquieran conocen el argumento!!!!!

IMPAGABLE. Acaba de robarme por completo el corazón!

  At 22/10/08 14:19 Blogger kyra afirmó:

Yo tenia el disco chino (no digo el de musica sinoe l de jugar)
Aqui una grandisima fan de este duo, vamos sitio donde mi padre paraba con el coche, sitio donde me compraba un casette de estos dos.
FNAC Diagonal Mar, para más datos, maese Yume a media mañana y con poca clientela (quizás favoreciera el momento). Y toda la razón sobre el target (tuve que hacer mis indigaciones para descubrir que el tal Arturito no era otro que ArTwoDiTwo en latino, por ejemplo).

Se nota la generación en esa posesión discochinera, Kyra, pues también fui poseedor de uno. Y yo, el cassette, lo llevaba siempre en el Renault 5 de mis progenitores, hiciera sol o lloviera. Hasta que murió de viejuno (sob).

  At 25/10/08 03:56 Blogger BlueD afirmó:

Oh dios!
Que he flipado al oir esto!

Claro que la calidad del sonido de dicha pagina web de donde ha colgado dicho tema deja mucho que desear ...o sera acaso que mi mula ya anda que no puede mas y por tanto al dar click al link, se acoplo al ancho de banda restante?

Excelente post!

Aqui me doy la vuelta como ya hacia mucho no me daba mi vuelta, amigo Higronauta ;)

Saludos higronauticos desde una galaxia muy muy lejana y habitada de monstruos salvajes y politicos que austan mas que los monstruos salvajes :P

(atte vtwin)

  At 26/10/08 22:42 Blogger Angalqua afirmó:

Pese a ser una abyecta multinacional, la fnac a veces le ha proporcionado a uno grandes subidones de endorfinas.
Debe de ser esta condición de provinciano, cuando estoy en la península y veo cosas así en las tiendas mi baba se trasforma en flubber.
Increíble el tema...

  At 8/11/08 22:56 Anonymous Anónimo afirmó:

Se oye como el culo, pero eso le da un plus.

  At 12/11/08 19:12 Anonymous Anónimo afirmó:

Y es que no sólo de cocoguguas y disco chino filipino vive el hombre...
Ante todo disculpen la calidad del audio anterior. Un programa de ripeo añejo y una falta de comprobación de un servidor tuvieron la culpa. Ahora ya solucionado, con una calidad más audible y más deleitable.

¡Maese BlueD! ¡Cuanto tiempo, señor! Le debo, como poco una misiva internáutica que intentaré sea en breve. Saludos.

Tenga en cuenta, maese angalqua, que la gestación de todo es una tienda especializada localista y provinciana. Lo del dependiente efnaquero es uno de esos casos entre muchos (espero).

Maese Fotocromos siento decirle que ya no se oye como el orto, aunque si gusta todavía puedo acceder a la grabación sanática (que no satánica).

Radiofórmulas infantiles, vaya, Dr. Benway.