"Debería haber concursos de belleza para el interior de los cuerpos"
Elliot Mantle (Jeremy Irons) en Inseparables

Hoy vengo a hablarles de una de mis últimas lecturas: La Nueva Carne. Una éstetica perversa del cuerpo (Ed. Valdemar, ISBN: 84-7702-407-3). En ella, varios autores recorren el (sub)mundo de un nuevo concepto de la carne, unido, inevitablemente al género de ciencia ficción y terror. Podemos encontrar elementos de esta neofilosofía en las películas de David Cronenberg, en las obras de H.R. Giger, la biofilmografía de Clive Barker, o en los cómics de Charles Burns, por ejemplo. Porque la N.C. es ir un paso más allá en la escala evolutiva, es un pensamiento donde el cuerpo es una prisión para sí mismo. Piensen por un momento en los cenobitas de la obra de Clive Baker. Por mucho que la primera impresión que podamos obtener es la de que su afán más perverso es el dolor y la tortura, existe detrás de ello una finalidad intrínseca: la búsqueda del placer y la experimentación de las limitaciones corporales a través del daño inflingido. Esto sería semejante al éxtasis que experimentan ciertos chamanes y faquires a través del autosufrimiento.



Las películas de Cronenberg, en cambio, suelen estar pobladas de nuevos conceptos y elementos de "la nueva carne" (sin ir más lejos, el título de la teoría y del libro están extraídos de la frase que exclama el protagonista de Videodrome, momentos antes de dejar atrás su estado carnal para convertirse en algo superior). Croneberg trata al cuerpo humano como un nuevo generador de carne, estudiando minuciosamente la afectación de nuevos elementos en el cuerpo humano. En La Mosca, Jeff Goldblum sufre una trasnformación a primera vista monstruosa, si se observa desde una perspectiva clásica y retrógrada. Pero nada más produrcise la fusión de su cuerpo con la mosca, empieza a notar grandes mejorías en su forma física. El problema que conlleva es una pérdida de la humanidad en detrimento de ello, factor para el cual, nuestra mente está aún lejanamente preparada.



En La Nueva Carne, se tratan temas como las enfermedades, el sadomasoquismo, la cibernética, el sexo, la cirugía, partiendo cada capítulo de un eje central sobre el cual plantear el nuevo pensamiento y relacionándolos con los autores arriba citados. A qué negar que parece que a veces no ha habido una cierta coordinación a la hora de la publicación, pues uno se encuentra a veces con reiteraciones temáticas en según que artículos. Aún así, para aquellas personas que sientan atracción por la zona oscura, nuevas corrientes pseudofilosóficas o, simplemente, quieran profundizar en el trabajo de estos autores, es una obra altamente recomendada.