martes, octubre 19, 2004
6:57 p. m.
6:57 p. m.
De visita al tanatorio
rubricado por Higronauta
"La muerte no os concierne ni vivo ni muerto: vivo, porque sois; muerto porque ya no sois".
Michel Eyquem de la Montaigne
Hoy nos vamos de visita cultural a uno de esos centros tan inseparables y necesarios para la sociedad, pero a su vez tan traumáticos y tan mal vistos generalmente: el tanatorio y el cementerio. Y si pensaban que España es un país atrasado tecnológicamente, piensen que lo podrán hacer desde sus casas, a través de las pantallas de sus computadoras. Porque gracias a Funespaña, la mayor empresa de servicios funerarios de la península (cuenta con acciones en bolsa por si les interesa, dudeo que sea un negocio que pueda hacer fallida), podemos realizar un recorrido virtual por sus centros, más concretamente el cementerio de Narón en el Ferrol, y el Tanatorio de Terrasa. Con la ayuda de imágenes esféricas y de un cómodo y práctico interfaz podrán hacerse una idea de dónde va a ir a parar su osamenta, antes o después.
El recorrido virtual se inicia en los exteriores, del cual, poco más se puede ver a parte de una gran llanura y una serie de edificios que presupongo deben ser las dependencias del tanatorio. Si avanzamos por el menú podremos visitar la Sala de espera (¿espera de qué? me pregunto), la aséptica Sala de autopsias, que contra todo pronóstico es mucho más limpia y mucho más iluminada que lo que el cine nos demuestra, sinó, miren su resplandeciente alicatado por paredes y techo. Un poco más a la derecha tienen el Crematorio, talmente el horno Zanussi del que disponen en sus cocinas, pero un poco más grande y con unas temperaturas algo más elevadas (tiempo de cocción del pollo a l'ast: 0.5 segundos). Continuando nuestro recorrido, si pasan por la Exposición, seguramente tendrán una sensanción de deja vú. Es normal. Este espacio parece talmente sacado del almacén de un Ikea (ataúd modelo Fasshier, en chapado rojo, verde y amarillo, 16.95 €).
Para no fastidiarles la visita, mejor les dejo que exploren por sí mismos. Es un increible placer poder observar ciertas dependencias sin que halla un guia turístico-cultural que les moleste, impidíendoles su visión objetiva y mundana del lugar. Antes de acabar, les querría recomendar encarecidamente un último lugar que visitar: Interior Coche. Seguro que no se lo esperan, más que nada porque es una vista subjetiva de un coche fúnebre por dentro, con el añadido que la vista ¡Está tomada desde el lugar donde va el fallecido!! (Perspectiva más macabra no se me ocurre, a qué negarlo). Así que si quieren saber que es lo último que verán antes de acabar en el hoyo, ya saben.
Michel Eyquem de la Montaigne
Hoy nos vamos de visita cultural a uno de esos centros tan inseparables y necesarios para la sociedad, pero a su vez tan traumáticos y tan mal vistos generalmente: el tanatorio y el cementerio. Y si pensaban que España es un país atrasado tecnológicamente, piensen que lo podrán hacer desde sus casas, a través de las pantallas de sus computadoras. Porque gracias a Funespaña, la mayor empresa de servicios funerarios de la península (cuenta con acciones en bolsa por si les interesa, dudeo que sea un negocio que pueda hacer fallida), podemos realizar un recorrido virtual por sus centros, más concretamente el cementerio de Narón en el Ferrol, y el Tanatorio de Terrasa. Con la ayuda de imágenes esféricas y de un cómodo y práctico interfaz podrán hacerse una idea de dónde va a ir a parar su osamenta, antes o después.
El recorrido virtual se inicia en los exteriores, del cual, poco más se puede ver a parte de una gran llanura y una serie de edificios que presupongo deben ser las dependencias del tanatorio. Si avanzamos por el menú podremos visitar la Sala de espera (¿espera de qué? me pregunto), la aséptica Sala de autopsias, que contra todo pronóstico es mucho más limpia y mucho más iluminada que lo que el cine nos demuestra, sinó, miren su resplandeciente alicatado por paredes y techo. Un poco más a la derecha tienen el Crematorio, talmente el horno Zanussi del que disponen en sus cocinas, pero un poco más grande y con unas temperaturas algo más elevadas (tiempo de cocción del pollo a l'ast: 0.5 segundos). Continuando nuestro recorrido, si pasan por la Exposición, seguramente tendrán una sensanción de deja vú. Es normal. Este espacio parece talmente sacado del almacén de un Ikea (ataúd modelo Fasshier, en chapado rojo, verde y amarillo, 16.95 €).
Para no fastidiarles la visita, mejor les dejo que exploren por sí mismos. Es un increible placer poder observar ciertas dependencias sin que halla un guia turístico-cultural que les moleste, impidíendoles su visión objetiva y mundana del lugar. Antes de acabar, les querría recomendar encarecidamente un último lugar que visitar: Interior Coche. Seguro que no se lo esperan, más que nada porque es una vista subjetiva de un coche fúnebre por dentro, con el añadido que la vista ¡Está tomada desde el lugar donde va el fallecido!! (Perspectiva más macabra no se me ocurre, a qué negarlo). Así que si quieren saber que es lo último que verán antes de acabar en el hoyo, ya saben.
1 Réplicas:
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Publicar un comentario At 20/10/04 01:42 
Woed afirmó:
jajajaja muy buen post. La web es realmente original, eso de ver desde la perspectiva del muerto no tiene precio.