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viernes, octubre 15, 2004
11:27 p. m.

Jordi Labanda: Soy lo más

rubricado por Higronauta
"A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores."
Georg Christoph Lichtenberg

Hace un tiempo ya que la comunidad oficial de diseñadores, artistas y snobs ha dado el visto bueno al hecho de ceder (por tiempo efímero, cómo no) el trono de rey de la creación a Jordi Labanda. Por si a alguien no le suena ese nombre, simplemente miren a su alrededor: botellas de agua, bolsos, muros de locales trés chics, prensa... En cualquier rincón de su ciudad (y si se descuidan de su casa) pueden encontrar una obra de este elemento en cuestión. Sin caer en la generalización, a qué negar que desde tiempos remotos, los artistas reconocidos han tenido esa especie de aureola de superioridad que les hace estar siempre de paso por todas partes, mirando al personal por encima del hombro, con cierto aire de desdén, facilmente identificable con la pedantería (aka snobismo) pura y dura. Pesonalmente, si un artista lo vale, no tengo reparos en ofrecer mi mejor cara de condescendencia y darles la razón (como a los locos, vaya). Pero cuando aparecen tiparracos como el Labanda boy, con más humos que las refinerías de Bagdag, y con una pedantería tan viscosa y recalcitrante, lo siento mucho, pero por ahí no paso. Es por eso que desde aquí, vamos a aportar otro caso más de justicia higronáutica, y vamos a dejar las cosas bien claras.

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Labanda, tan cool y tan fashion, se echa a sus espaldas una carga de originalidad y de virtuosismo que no le pertece. Subamos a la máquina del tiempo y remontémonos a los años 50. Estamos en París y un diseñador gráfico acaba de empezar en este mundillo. Su nombre:
Edmond Kirazian, más conocido por Kiraz. Realiza imágenes para Vogue, Playboy, tarjetas telefónicas. Seguro que al ver las imágenes que acompañan este texto a algún lector le vendrán a la memoria dibujos similares que aparecieron en la prensa rosa española entre los años 70 y 80. En aquél momento fueron una revolución en el mundo de la imagen, porque renovaban las tradicionales escenas realistas y clasicistas que embadurnaban todo el arte gráfico. Repito: en aquél momento. A estas alturas de siglo, tildar el trabajo de Labanda de plagio, en mi opinión, es quedarse bien corto.
Sobre el tema del presupuesto humor que impregna todos sus diseños, mejor no entrar. Él mismo ha reconocido que son para "cierto tipo de gente" que lo entiende y se ríe con ello. Pues bien, a mi no me hace ninguna gracia. Señor Labanda, ¿ha visto esa película del maestro John Waters, llamada Pecker? Pues eso.
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Pero, y volvemos a lo de siempre, difícilmente si un diseñador es realmente bueno, seguirá unos cánones y unas pautas impuestas socialmente, ya que tenderá a buscar, rebuscar, y provocar, causando en la mayoría de los casos el rechazo, cosa el tipo del que hablamos hoy ni lo pretende si quiera. A él sus minutos de fama y sus talones por trabajo finalizado le bastan y le sobran. ¿Arte? ¿Quién dijo arte?

Nota: Las imágenes que aparecen en este texto son todas de Kiraz. No he tenido estómago para poner nada de Labanda. Busquen en su flash-design-portfolio si quieren saber como trabaja este "enfant terrible".

4 Réplicas:

  At 16/10/04 04:05 Blogger Woed afirmó:

jajajaja como mola la "Nota". Y yo mirando las imágenes y pensando que no me sonaban. Al final he entrado en jordilabanda.com y Sí, había visto sus dibujos más de una vez.

  At 7/11/04 21:50 Blogger doneval afirmó:

Puedo entender que los diseñadores gráficos se inspiren en diseños anteriores, lo que no consigo comprender es como este ente va por la vida diciendo que el es el creador de este estilo y encima acusa a todo dios de plagiarle.

Te odiamos Labanda, no nos gustan tus chistes, no nos gustas tú... es que hasta tu apellido me da rabia.

  At 7/11/04 23:56 Blogger Higronauta afirmó:

El apellido suena a agua de colina, de la misma calidad que Brummel o Aqua Brava, aunque quizás debería sonar más a las imitaciones esas que venden en los bazares orientales (ex-todo-a-100) o mercadillos ambulantes, rollo PK one.

  At 4/10/06 10:07 Anonymous Anónimo afirmó:

Yo me encontré a Jordi Labanda en un restaurante de Formentera, le interrumpimos mientras estaba hablando con sus amigos y en lugar de mosquearse o mostrar esa prepotencia de la que habláis el tio fue super amable y educado. Puede gustarte más o menos su trabajo, pero los descalificativos que utilizas contra su persona no son más que una prueba clara de tu envidia verde y cochina.