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martes, agosto 09, 2011
11:53 p. m.

Sexualidad añeja (IV): Cinco Aspectos del Amor Conyugal - Consciencia o carácter sexual de la mujer

rubricado por Higronauta
Cinc Aspectes de l'Amor Conjugal
Dom Josep M. Gassó i Buxó (monje de Montserrat)
Edicions 62, 1963
Traducción: M.H.



«[La mujer] Sexualmente se esforzará a ser condescendiente: siempre dispuesta a darle placer en todo aquello que sea lícito. Si no es por especial iniciativa del marido, no sea ella la que ponga límites a las intimidades de carácter afectivo y erótico, dentro de los límites de la castidad matrimonial. En su donación corporal de carácter genético nunca pondrá la más mínima resisténcia a las solicitudes justas del marido, tanto si el fin inmediato es la procreación, como si es un sedante de la concupiscéncia, como para fomentar el amor mútuo. No puede olvidar que su donación corporal para completar el estado psicoerótico del marido es un "débito" o un deber y, por tanto, una obligación grave de consciencia. Si se negara injustamente, no podria excusarse del grave pecado, con la circunstáncia, además, que recaería sobre su consciencia la responsabilidad de las funestas consecuencias que pudieran sobrevenir. Tiene que procurar, por tanto, corresponderle con la mejor voluntad, sin inhibiciones de ningún tipo, ni aunque sea por ideales ascéticos; al contrario, con el mayor deseo y, si es necesario, con abnegación, para darle placer y hasta intentando experimentarlo ella, si puede, haciendo así de la obligación una espontánea expresión del don de sí misma. Que no le quepa duda que cuanto mejor realice ella su deber de esposa, mayor pasión, entusiasmo, ilusión, compenetración y devocíon; siempre con la vista puesta en una finalidad superior que es la fusión de las almas y el cumplimiento feliz de un deber sagrado, que hace falta satisfacer: procrear, amarse y unirse hasta formar, por ley divina, una sola carne y un único espíritu.»


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2 Réplicas:

  At 10/8/11 09:15 Anonymous Anónimo afirmó:

Dios santo... acaba usted de darme la frase definitiva, a la que es imposible que ninguna fémina de bien se resista: "Cariño, ¿serías tan amable de sedarme la concupiscencia, que la traigo un poco revuelta hoy? No, si lo digo por fomentar el amor mutuo... Además, me lo debes".
Ya le contaré si ha funcionado.

Tema aparte merece el hecho de que con la serie Sexualidad Añeja está usted acabando de convencerme, de una vez por todas de que cualquier tiempo pasado fue... pasado, por fortuna.

  At 10/8/11 11:25 Blogger Higronauta afirmó:

Por favor, pruebe y me cuenta. Lo añadiré a la colección de "frases suicidas para decir a mujeres" junto a toda la letra de "El jardín prohibido" de don Giacobbe.

Y sobre su reflexión, no sabría uno afirmarle si ese tiempo pasado es tan pretérito como usted afirma, mal que nos pese.