<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d8489705\x26blogName\x3dHigroblog\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dBLACK\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://higronauta.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_ES\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://higronauta.blogspot.com/\x26vt\x3d-832655194158431021', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>
lunes, julio 03, 2006
8:05 p. m.

Festival erótico-festivo: Introducción (3 de 3)

rubricado por Higronauta
"El sueño de la razón produce monstruos".
Francisco de Goya

Totalmente de acuerdo a que el mundo de las parafílias es infinito e inabarcable. Pero, a un servidor que le expliquen dónde radica el erotismo de una cinta como Eduardo Manospenes. Cinta que un servidor descubrió en uno de esos deambuleos azarosos por uno de los videoclubs de la ciudad, y de la cual se sintió atraído de una manera inmediata. Había oído hablar por entonces de versiones animadas de Blancanieves, o Don Quijote, pero, mi mente, por acostumbrada que estuviera al factor sopresa, no pudo dejar de sentir cierta fascinación. La carátula del mítoco VHS no aportaba información gráfica alguna que corroborase aquél sempiterno título, así que no hubo más remedio que alquilar (todo en pro del estudio sociológico, faltaría más).


No entraré en detalles sobre lo que visioné en el añejo reproductor de los progenitores higronáuticos, puesto que ya tendrá su debida reseña, pero les puedo asegurar que hubo (otra vez) un antes y un después de aquella experiencia. La simbiósis inconcebible entre zetosidad casposa y presupuesto contenido erótico-sexual. ¿El resultado? Un ataque incontenible de hilaridad jocosa. No podía concebir que alguien pudiera sentir el más mínimo nivel de excitación con aquella bizarrada tremebunda, que lejos de cumplir su función primera, provocaba en mi la fascinación enfermiza acompañada de sonoras carcajadas. Y eso sólo era el principio...
Porque a partir de esa experiencia, empecé a rebuscar cualquier adaptación cinematopornográfica posible. Quién me iba a decir entonces, que mi búsqueda iba a resultar harto más laboriosa de lo que creía, y que, en parte, me iba a conducir a un punto que todavía desconocía.
Porque sí, encontré joyas X como Alicia en el País de las Maravillas, Blancanieves y los Siete Enanitos... pero también me topé con otras, las más, que únicamente hacían uso del título original como excusa para acabar cayendo dentro de los consabidos, sobados e insulsos cánones pornográficos (léase casos como Dracula X, Nude Raider, Women in Black, y demás). Visionado tras visionado, y visto que la dificultad para encontrar el tipo de subgénero que andaba buscando se tornaba harto complicado, empecé a desarrollar, sin apenas darme cuenta una fília, que con el tiempo, he asumido y desarrollado lo mejor que he podido: una extraña fijación por los entreactos de las susodichas películas, dejando ya, casi a un lado, el motivo primero.
Así, a bote pronto, recuerdo haber disfrutado como un enano de La Noche de los Zombies Calientes, no ya, como he comentado, por su contenido X, sinó, sobretodo y antetodo, por sus entreactos, donde se puede contemplar a una pornstar emulando a Quasimodo (jiba incluida y cojeando a saltos) realizar un strip-tease, para dar paso a la consabida felación de turno. O visionar Spider-Babe (ésta ya de corte simplemente erótico) y regocijarme con la adquisición de poderes de la femme de turno, en clara emulación (alguien podría llamarlo homenaje) a la cinta de maese Raimi...
Como pueden ver (y ya seguramente sabían), el mundo de pornografía no es ese camino recto y directo que tienden a vendernos (como todo, vamos), sinó que está plagado de senderos, a cual de ellos más novedoso, bizarro, histriónico, o, por qué no, simplemente erógeno, como podrán ir comprobando en las diversas entregas de esta sección, que, a qué negar, espero que sean de su agrado. O sea.

6 Réplicas:

jajaja!! te juro qué escribí mi post antes de leer esto!!

  At 4/7/06 16:28 Blogger Higronauta afirmó:

Haré ver que me lo creo, aunque el suyo es de las 10 de la mañana y el de un servidor de las 8 de la noche del día anterior :P

Aún así, a parte de la temática ZX, lo de aquí es una mera introducción y lo suyo un delicioso compendio pornográfico. COmplementarismo bloggero, que le llaman...

  At 4/7/06 20:37 Blogger Higronauta afirmó:

Espero que las entregas, que darán inicio en breve, sean también de su agrado, maese roque.
es de las 10 de la mañana de hoy, pero lo escribí el domingo por la noche. Palabra de Pussy.
Usted tiene una loable fijación con los entreactos de las producciones XZ, pero mi filia reside en el atrezzo de estas mismas producciones.
Si la escena es en un restaurante, me suelo fijar más en el contenido de los platos, en la decoración o en en cómo el director ha distribuido las mesas. Si la escena se desarrolla en un jardín, pues me interesa más el tipo de plantas que hay, la hora del día en que se ha rodado, la mosca cojonera que revolotea por el martilleante culo del prota, etc.
Es todo un mundo apasionante que está ahí por descubrir, ¿o es que a nadie le interesa la marca de calcetines blancos de sport de los que nunca se despoja el semental de turno? : P

  At 5/7/06 09:41 Blogger Higronauta afirmó:

Ante su palabra, nada puedo objetar, Pussy ;)

Maese xtn no le negaré que comparto cierta afición también por el atrezzo de estas cintas, sobretodo si poco o nada tienen que ver con la escena que se desarrolla, creando una especie de microuniverso alternativo, donde todo tiene cabida.
Y quien dice calcetines, dice zapatos de tacón de aguja de la pornstar de marras (aunque la película esté ambientada en plena Edad Media...).