Quizás nuestra apreciada y bien hallada Ministra de Cultura debería tener en cuenta el factor público que abarrotó anoche la museística de la Ciudad Condal pese al clima adverso, en esa noche que ha venido a demoninarse La Nit dels Museus ("La Noche de los Museos"), dónde, simplemente, éstos permanecen abiertos de 19:00 a 1:00 ininterrumpidamente y con el aliciente añadido de la gratuidad de la entrada.

Hablar de colas y de abarrotamientos es, quizás, quedarse corto en ciertas de las salas puestas a disposición del personal asistente. Se debería, tal vez, visto el fénomeno, analizar causas y consecuencias, ergo hechos. Preguntarse si los precios para el acceso a la cultura están desincronizados con el bolsillo del Ciudadano. Dudear de la capacidad del ciudadano español (y/o catalán en este caso) a lanzarse en tromba hacia la gratuidad, sea del carácter que sea. Analizar los puntos de inflexión de la Cultura de Museos con la Cultura General. Plantearse la consabida ristra de preguntas básicas: ¿Qué es Cultura? ¿A quién está destinada? ¿Tiene precio la Cultura? ¿El primero influye en el acceso a la segunda? En conclusión, PENSAR y ACTUAR consecuentemente sin pensar en nada más que no sea el "Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico". O sea.