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jueves, mayo 13, 2010
1:21 a. m.

Pataleta ozorística

rubricado por Higronauta
Proemio

Mientras el radiscalismo gafapastoso eleva a categoría de semideidades a elementos que no hacen más que fotoclonarse por mor del "Arte" (nótese el entrecomillado) siempre ha habido, y seguirán habiendo, creadores que, pese a vivir a la sombra del ciprés de lo correcto, han salvado, no en una ni en dos, si no en infinidad de ocasiones, el mundo cultural de irse al carajo por exceso de pedantería recalcitrante.

En lo que a cine nos atañe, es fácil enunciar, memorísticamente, la cantidad de infraseres que viven del cuento desde años ha, gracias a subvenciones y beneplácitos varios. Más aún con la llegada de lo Políticamente Correcto, donde un apellido, o incluso, si me apuran un plano deliciosamente iluminado, puede aportar más caudal económico que cienes de buenas ideas surgidas de la nada y convertidas en celuloide por puro amor al arte.

No deja de resultar curioso, en tanto que de una ironía macábra, que estos creadores, alejados a empujones del zeitgeist del momento, hallan acabado siendo denostados y etiquetados bajo ese concepto tan ambidual como es "la caspa". El fantastaterror con todos y cada uno de sus componentes, es un claro ejemplo de ello. Naschy, Ossorio, Franco, Piquer Simón, Klimovsky, Aured, y tantos y tantos otros, sin los cuales, la industria cinematográfica celtibérica se hubiera ido al garete por una mera cuestión de afluencia de público a las salas.


La simbiosis perfecta entre
fantaterror y ozorismo

Apartándonos del (sub)género, pero compartiendo esa capacidad irreductible de llevar personal a las salas cuando el cine español (más o menos como ahora) era un campo de cultivo baldío , estuvo otro de los grandes que acabó siendo desterrado del Olimpo cinematográfico y catódico por haberse convertido con el paso de los tiempos y el (supuesto) cambio en el Imaginario Colectivo en un artista non grato: don Antonio Ozores.


¿Quién dijo anacronía?


Jo, tetas y culos. Cantar bastante de gesta

Haber sido pieza fundamental junto a su hermano, don Mariano, y otros colosos como Pajares, Esteso, Navarro, Cabido, Landa, Sacristán, etc. de ese fenómeno tan celtibérico como es el Destape, es lo que tiene. Ya saben como funciona nuestra piel de toro (y si no, consulten cualquier mass media que se tercie), paletadas de tierra a lo pasado y mirada al presente-futuro, aunque éstos no sean más que meros espejismos dibujados a carboncillo en un pueblo que ha avanzado más bien poco en los últimos treinta años. Como poco.

Es de cajón no obviar que la familia Ozores supo ver el filón en la simbiosis muerte del Dictador + represión sexual. El Destape fue el fenómeno mayoritario, que, unido a la corriente fantaterrorífica, conseguiría que el cine español no se fuera al garete. Y es que ya no hacía falta irse hasta Perpignan a ver esa entelequia aburrida y sobrevalorada que fue El último tango en París o esa languidez del softcore más cutresalchichero que fue Emmanuelle para poder ver tetas y culos. Ahora se podía disfrutar de ese guarrindongamiento en la sala de al lado de casa. Y de producción española.


Ozores, Navarro y Vega


La cuadratura de la ironía (o subtexto al dirigido al Ministerio de Igualdad y al de Cultura)

A quien corresponda,

relegar a la muerte en vida de ciertos creativos celtibéricos resulta harto irrisorio e irónico, si nos basamos en la mera premisa del obsoletismo en referencia al imaginario colectivo actual. Sin tapujos, y sin engaños, las dos enumeraciones de artistas arriba citados fueron condenados por el mero hecho de promover un arte paralelo (si no, tangencial) al aceptado por el stablishment del Gran Hermano. Ahora bien, ¿son capaces de defender entonces las cintas de Medem o Luna, si me apuran, sin caer en los mismos parámetros con los que se juzgaron a Ozores o Aured, por citar alguno? ¿Pueden llegar a tener la santa osadía de categorizar a Habitación en Roma o Son de Mar como piezas artísticas y en cambio excluir Los Bingueros o La Noche de Walpurgis? ¿Cuál es pues el criterio? Y no me vengan con que, por seguir con el ejemplo, Habitación en Roma es una obra de arte y ensayo, y que la aparición en pelota picada de doña Elena Anaya y de doña Natasha Yarovenko no son gratuitas. ¿O hace falta recordar que el trailer de Ninette del elevadísimo Jose Luís Garci era un compendio de las estampas donde doña Pataky aparecía en cueros?



Busquen las diferencias (si las encuentran)


Se me aclaren. O se me dejen de hipocresías. Una de dos. Pero ambas, ¡No, hija no!

Fdo. Un espectador cualquiera


Concluyendo la elegía


Instantes clásicos

Le podrán haber tildado de carca, de rancio y de derechoso. Poco importa. Don Antonio Ozores (y hermanos), ustedes supieron, como artistas y empresarios que fueron, ver el negocio donde todo era terreno baldío y represorio. Ustedes consiguieron que las sanas cinematográficas volvieran a llenarse. Consiguieron, que pasaramos de una época gris y represoria, a una España democrática y, a qué negarlo, mucho más libre. Y sin tapujos, que eso, a día de hoy, sigue valiendo su peso en oro. Se saltaron los convencionalismos hipócritas del arte en tanto que arte y se subieron a un tren, el de la industria cinematográfica, en un país yermo de conceptualidad creativa.

Y que no les digan lo contario: el despertar sexual de varias generaciones de españolitos de a pie, les pertenece por derecho propio. Para bien o para mal. Ante lo que no cabe más que preguntarse, ¿el arte imita a la vida o es la vida la que imita al arte? ¿Qui lo sa? O, más bien, ¿qué importancia tiene?

Buen viaje, don Antonio. Y gracias por todo.



Apostilla: 166 películas a sus espaldas. Cómico irreverente e inagotable. Humorista en la famosa publicación de humor la Codorniz. Director de teatro. Escritor. Diseñador de complementos de moda. Y tantas y tantas facetas de un hombre que dejó huella perenne en el imaginario de millones de españoles.
Este texto que han encontrado aquí, no es más que un ínfimo atisbo, si quieren, una pataleta, que se ha considerado meritoria. Ténganlo en cuenta, la grandeza de don Antonio, a penas cabe en un blog como éste y en un espacio tan reducido. Mal que nos pese. Y mucho.

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2 Réplicas:

  At 14/5/10 12:09 Blogger Sr. Forfy afirmó:

Tenía que ver las charletas que tengo que escuchar en los pasillos de la oficina... De coger el hacha y quedarse sólo oiga. Basicamente que era un tio graciosete que hizo cuatro películas de tetas y ya. En fin. Luego de la Esteban y su puta madre o de cualquier mierda, despotrican horas, que a mi tendría que darme igual, pero lo sufro a diario y en silencio cual hemorroide.

El Lamagate y el Recortazo ZPeril han arrinconado esta noticia, comprensible (?), pero creo que no se le ha dado la repercusión merecida.

  At 15/5/10 09:57 Blogger Higronauta afirmó:

No se si es peor eso, o el absoluto desconocimiento por parte de la juvenalia actual, comprobada en carne viva. Fíjese qué le digo.