martes, septiembre 28, 2004
1:14 a. m.
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La teoría del tiburón
rubricado por Higronauta
"La cultura popular y los mass-media elevan lo mediocre a lo más alto del altar"
Siniestro Total
La cultura de masas es una y trino. A las listas de éxitos musicales y a las carteleras de los multicines me remito. Llevamos décadas retroalimentando el mercado (supuestamente) cultural con "una copia de una copia de una copia". Se realizan remakes de los años 60, 70 y 80 y se escucha el mismo tipo de música que oían nuestra progenie, pero con un descenso cuantitavo en la calidad y el contenido. El problema surge cuando esa cultura de mercado nos deja en la más absoluta de las indiferencias, o, en según que casos, nos llega a producir una sensación de aborrecimiento atroz.
Es entonces cuando, para poder sentirnos vivos, hemos de rebuscar vías alternativas. Y no hablo aquí de alcohol y drogas (de ese tema hablaremos más adelante). Me refiero a la necesidad vital de moverse, de curiosear, de descubrir nuevos espacios y conceptos, normalmente ajenos al mundanal ruido. Personalmente pienso que tenemos cierto parecido con uno de los animales marinos peor tratados gracias al "7º arte" (nótese el entrecomillado): los tiburones. Éstos, para poder seguir viviendo, necesitan moverse constantemente. En cuanto se detienen, su sistema respiratorio deja de funcionar y mueren. Lo mismo le pasa al género humano. En cuanto sienten que están (falsamente) realizados, y que sus gustos (que curiosamente coinciden con el resto del personal) están satisfechos, fallecen, cerebroemocionalmente hablando (algo así como un crossover entre Tiburón y La Noche de los Muertos Vivientes del maestro Romero).
Desde aquí les invito a que, si la oferta cultural que les ofrecen no les satisface, no caigan en la más absoluta de las apatías ni en el borreguismo (aka cultura popular) sino que busquen y resbusquen (aprovechen internet para ello, divino tesoro para esa tarea) elementos que de una manera u otra les hagan sentir un poco más vivos de lo que estamos o nos quieren hacer ver. Que como bien dice el dicho "A tiburón muerto, tiburón puesto" (o algo así).
Es entonces cuando, para poder sentirnos vivos, hemos de rebuscar vías alternativas. Y no hablo aquí de alcohol y drogas (de ese tema hablaremos más adelante). Me refiero a la necesidad vital de moverse, de curiosear, de descubrir nuevos espacios y conceptos, normalmente ajenos al mundanal ruido. Personalmente pienso que tenemos cierto parecido con uno de los animales marinos peor tratados gracias al "7º arte" (nótese el entrecomillado): los tiburones. Éstos, para poder seguir viviendo, necesitan moverse constantemente. En cuanto se detienen, su sistema respiratorio deja de funcionar y mueren. Lo mismo le pasa al género humano. En cuanto sienten que están (falsamente) realizados, y que sus gustos (que curiosamente coinciden con el resto del personal) están satisfechos, fallecen, cerebroemocionalmente hablando (algo así como un crossover entre Tiburón y La Noche de los Muertos Vivientes del maestro Romero).
Desde aquí les invito a que, si la oferta cultural que les ofrecen no les satisface, no caigan en la más absoluta de las apatías ni en el borreguismo (aka cultura popular) sino que busquen y resbusquen (aprovechen internet para ello, divino tesoro para esa tarea) elementos que de una manera u otra les hagan sentir un poco más vivos de lo que estamos o nos quieren hacer ver. Que como bien dice el dicho "A tiburón muerto, tiburón puesto" (o algo así).
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