Uno, dos, uno, dos, tres, cuatro.
"Una mujer cae desde lo alto de un edificio estrellándose contra el suelo. Un tipo coge un paquete de cocaína que la mujer todavía sujeta entre sus dedos. Una pareja gozando. El tipo con la cocaína camina por la calle y se cruza con un hombre vestido tradicionalmente. Lengüetazos de placer de lo que aparenta ser un
DJ a su pareja. El hombre del kimono se ajusta unas gafas de sol. Una
show girl contorneándose ante una barra. Un hombre entra y se dirige hacia ella. La policía maltrata a dos jóvenes. La
stripper se sigue contorneando empezando a desnudarse mientras el sujeto de marras se acerca hacia ella. Un motorista.
El
DJ que está con su pareja mira a izquierda y derecha. El elemento del kimono camina por la calle. Tras unos aplausos un hombre invita a una
femme a sentarse junto a él, y pide unas consumiciones. En un supermercado un joven saca una
Uzzi de entre las bolsas de comida.
Yan se baja del coche. El joven del arma se encuentra con otro tipo en el supermercado y le pasa una escopeta. La
stripper sigue con su baile, mientras el recién llegado la contempla sentado ante ella. Los jóvenes armados se disponen a salir del supermercado. Sigue el contorneo erótico-festivo.
Yan. Alguien corta una longua ralla de cocaína. Un hombre está comiendo boles de fideos en un restaurante a acelerada velocidad. Seguimos viendo como cortan la cocaína. Un largo pasillo de detenidos en comisaría. El tipo de los fideos continúa deglutiendo platos. Más cocaína. El pinchadiscos y su pareja siguen su acto de placer. La
stripper descubre sus pechos. Más platos de fideos para el hombre de la mesa que se quita la chaqueta ante el sofoco. La bailarina juega con la barra.
Yan se prepara.
Yan grita.
Yan empieza a esnifar la droga recién cortada. Más platos de fideos.
Yan sigue esnifando. Y el comensal ingiriendo más y más fideos.
Yan se esnifa una ralla de stupefaciente de diez metros de largo y, cuando acaba, tira el mobiliario, se arrodilla y alza sus manos al cielo. La bailarina sigue con su trabajo. Y la pareja con labor. Más baile. Más sexo. Baile. Volvemos a ver a
Ryuuichi, el motorista. Un cocinero prepara la comida en un restaurante donde alguien se levanta.
Ryuuichi se sigue acercando a algo (o alguien). El detective
Jojima se frota la cara cansado. Volvemos a ver al motorista. Primeros planos de la bailarina de strip-tease. El tipo recién llegado le besa un seno y mira a cámara.
Yan está casi inconsciente tras la esnifada. Un tipo follándose a otro en unos lavabos a ritmo de "
culo arriba, culo abajo". Y el hombre sigue comiendo fideos. Se llevan a Yan en coche. "
Culo arriba, culo abajo". Más fideos.
Ryuuichi llega a su destino. El tipo del kimono entra en lavabo donde están los dos tíos
dale-que-te-pego y le clava un cuchillo a uno en la yugular, provocando un chorro de sangre que impregna el lavabo y a su extasiado compañero. El
DJ baila. Igual que la stripper. La mujer goza. Los chicos armados del supermercado entran en el bar donde se encuentra el tipo comiendo fideos, pasando por su lado, provocando que éste se fije en ellos. "
¿Qué quieres?". Ambos se giran empuñando sus armas y le apuntan. Él tira la mesa hacia delante y se lanza al suelo. Una bola metálica rueda. Los jóvenes empiezan a disparar matando a los presentes. Destrozos. Recargas. Más muertos. El tipo de los fideos se levanta y sale corriendo. Un disparo de recortada en el vientre produce la salida de la enorme cantidad de fideos que se había comido y que se estampan contra la cámara. Fundido en negro. El asesino de los lavabos le da la vuelta a su kimono, volviéndoselo a poner, ante la mirada atónita del amante superviviente.
Ryuuichi camina por la calle. Se cruza con un payaso al cual le coge una escopeta de cañones recortados. Yan sigue en pleno trance.
Ryuuichi sigue caminando. El
DJ se arrodilla ante la joven y acerca su cara hacia su entrepierna.
Ryuuichi se sube al maletero del coche de
Yan, detenido por el tráfico, escopeta en mano y dispara dos veces matándolo, descendiendo del coche por el capó. Un cocinero sigue preparando un plato. El detective
Jojima habla por el móvil, cuelga, paga y se va. La
stripper sigue con su danza.
Jojima corre por la calle. El del kimono reversible también corre.
Jojima sigue corriendo. Igual que el del kimono. Igual que la
stripper sigue bailando. Más carreras. Más sexo.
Ryuuichi caminando. El
discjockey marcando el final de su danza.
Jojima llega al bar donde ha muerto el tipo de los fideos y se encuentra con sus compañeros que ya han llegado a la escena de crimen..."
Alguno habrá que no sepa de qué demonios va esto. Otros andarán todavía perdidos entre tanta frase y tanto personaje. Y algunos, a estas alturas, ya sabrán que se trata de una (libre) transcripción de los primeros 5:35 minutos de
Dead or Alive, uno de los momentos cumbre del montaje cinematográfico, del maestro
Takashi Miike. Esto, simplemente, es un humilde homenaje. O sea.